El dinero... ¿del Papa?
(...) Para muchos cristianos, la Iglesia debía retomar el camino evangélico abierto por su fundador antes que presentarse como una eficiente administradora de cuantiosos bienes.Por eso ha causado asombro la decisión de Juan Pablo II de destinar el importe de los 40 millones recaudados para su visita a España a la cadena de Prensa de La Editorial Católica. Ese dinero fue en su día recaudado a base de limosnas entre fieles cristianos con posibles puntos de vista sobre materias temporales y religiosas muy distintos entre sí. Los destinatarios de este beneficio, por su parte, responden a un pensamiento eclesial muy concreto, que no es el de todos los cristianos. ¿No hubiera sido mejor que ese generoso donativo, ya que tenía que quedarse en casa -y en eso Juan Pablo II ha estado acertado-, se hubiera destinado a cualquier obra social? Creemos, no obstante, que el sustancioso regalo a La Editorial Católica no va a favorecer precisamente la imagen de esa cadena, que queda excesivamente comprometida con la jerarquía y la Iglesia constitucional, casi como una vieja hoja parroquial, en vez de presentarse a los ojos de la sociedad española como unos medios modernos de inspiración católica, abierta a toda la sociedad.
12 de julio
