Gente
José Alfaro Guerrerodio un susto casi de muerte a su madre, Adelalda Guerrero, cuando hace unos días se presentó en la localidad pacense de Azuaga tras nada menos que 26 años de ausencia. Un 28 de septiembre de 1957, cuando contaba 16 años, José abandonó su casa diciendo que se iba a buscar trabajo. Desde aquel día, Adelaida no volvió a saber más de él y, después de efectuar muchas gestiones en todas las embajadas y consulados posibles, los familiares tuvieron que darle por muerto. Durante todos esos años, según han sabido ahora, José recorrió diver sos países europeos y americanos, afincándose en Montevideo. A su vuelta al pueblo natal, lo primero que hizo fue presentarse en el domicilio de sus hermanos, que, lógicamente después de tantos años, no le reconocieron. No pasó lo mismo, sin embargo, con su madre, que emocionada se abrazó a él olvidando penas y sinsabores. José, que no ha querido hablar de las razones de su largo silencio, anda ahora visitando diversas provincias españolas, pero piensa regresar en agosto al pueblo para pasar con su madre las fiestas más bonitas que nunca haya tenido "su vieja".
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