_
_
_
_

Marc Moisof

tenía cuatro meses cuando su madre fue internada en un campo de concentración de la Alemania nazi. Los abuelos del niño lograron escapar con el bebe, primero a Suiza y luego a Inglaterra. La madre fue dada por muerta, ya que jamás se recibieron noticias de ella al concluir la guerra. La semana pasada, según informa Efe, Moisof fue a Estambul a visitar a una amiga y recorría la ciudad cuando una anciana lo señaló con un dedo tembloroso sin pronunciar palabra. Al fin había encontrado a su hijo, tras conseguir llegar a Turquía después de múltiples contratiempos. Marc y su madre viven ahora en Dusseldorf.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_