La comisión de seguimiento de la siderurgia integral finalizó sin acuerdo sus trabajos

La comisión de seguimiento de la siderurgia integral finalizó en la madrugada de hoy sus trabajos sin que hubiera sido posible alcanzar acuerdos sobre la reconversión siderúrgica. El plazo concluyó a las 12 en punto, aunque se tomó la determinación "de atrasar" los relojes en un último intento de lograr un acercamiento de las distintas posturas representadas en la mesa. A partir de este momento habrá de producirse el decreto de reconversión.La reunión de la comisión de seguimiento de la siderurgia integral se desarrolló en un clima tenso en el que no se ahorraron acusaciones personales entre los dos, sindicatos representados en la mesa. El impedimento fundamental para el acuerdo estuvo centrado, tal como recogía UGT en un documento distribuido entre los asistentes, en la cionstrucción del nuevo Tren de Bandas en Caliente (TBC). Y más que en la construcción en la fecha en que habría de llevarse a cabo su instalación.

Todas las partes, y ese aspecto era subrayado por UGT en el citado documento, se muestran de acuerdo tanto en la necesidad de proceder con urgencia a la modernización y ampliación de los TBC ya existentes como en la instalación de uno nuevo. Las dificultades están en el momento en que debe comenzar la construcción del nuevo TBC.

Al igual que en reuniones anteriores el peso de las discusiones se repartió entre CC OO y UGT. José Luis Corcuera de la central socialista argumentó que la puesta en marcha de un nuevo TBC en el plazo exigido por CC OO situaría la producción muy por encima de la demanda. El documento de la Unión General de Trabajadores, que utilizaba cifras suministradas por CC OO insistía en la imposibilidad de modernizar y ampliar los trenes existentes y a la vez construir uno nuevo porque se daría un superavit de producción que ni el mercado interior ni el exterior sería capaz de absorver.

Por su parte, Juan Ignacio Marín de CC OO subrayó que lo que bloqueaba la negociación era la negativa de la Administración a fijar una fecha para la instalación del nuevo TBC. Argumentó además que la exigencia de fijar esta fecha venía dada porque la integración de España en la CEE impediría la construcción de un nuevo TBC.

Eduardo Santos, director general de Industrias Siderometalúrgicas, calificó de exotéricas estas explicaciones, a lo que Marín respondió que el propio Presidente del Gobierno había admitido en la reunión que ayer mantuvo con CC OO, que si España entraba en la Comunidad Económica Europea sería muy difícil instalar el nuevo TBC. Eduardo Santos, pasada la una de la madrugada, estimó que no había posibilidad de acuerdo y propuso que se elaborara un acta en el que se recogiera los puntos en los que todas las partes coincidían. En líneas generales estos puntos serían la necesidad de modernizar y ampliar los trenes existentes y que se hiciera uno nuevo cuando la demanda lo exigiera. Guillermo Visedo, de Altos Hornos de Vizcaya señaló además como aspecto positivo el convenio de tres años para la siderurgia integral, que, a su juicio, había sido una labor destacada de la comisión.

Por su parte José María de Lucia, presidente de la división de siderurgia del INI señaló que había que destacar como acuerdo el potenciar el tren frio de Sagunto añadiendo electrofincado.