Internacional conservadora

Gran idea la de estos muchachos, inventarse una excusa para reunirse de vez en cuando a discutir lo que les ocurre o, aún mucho mejor, lo que les puede ocurrir a los otros, a los internacionalmente unidos izquierdistas, como a ellos les salga bien el proyecto de merienda. Porque en una merendola consiste este histérico afán que les ha entrado a los conservadores que en el mundo son por echarse unos abrazos e inspeccionarse el cuerpo serrano para averiguar si les sigue funcionando.Y, ya puestos a merendar, yo les recomendaría que, aparte las especialidades gastronómicas que cada cual aporte como muestra del terruño natal, se lo montasen también de un gozoso aprender deleitando. Es decir, que cada reunión se convirtiera en algo así como una sesión tupperware, pero con sorpresa idiosincrática.

George Bush haría muy buen papel desvelando el secreto del braguero incorrupto de Donald Reagan; Franz-Josef Strauss podría incorporar una bonita colección de hornos crematorios en miniatura -de excelente resultado para mantener el té a la temperatura adecuada-; Jacques Chirac debería pasar modelosprisunic con cruces de Lorena atravesadas en los mofletes a la manera punk, y Kakuei Tanaka podría enseñarles a cantar unos cuantos himnos de loa a la Toshiba, la Sony o cualquier otra empresa nipona de recto proceder. En cuánto a la Thatcher, la verdad es que con la simple exhibición de cómo se rocía la laca por encimita de su peinado modelo las blancas rocas de Dover quedaría como una reina. Más difícil lo tienen nuestros queridos Fraga y Alzaga, aunque pienso que podrían hacerse los amos del cotarro mostrando sus habilidades en el mus. Claro que el primero debería aprender a controlar sus expansiones gástricas en estéreo y el segundo tendría que ponerse gafas ahumadas, para evitar que sus peculiaridades físicas fuesen tomadas por arteros guiños de jugadores avezados.

Quede claro que todo lo anterior es una mera sugerencia destinada a estimular la imaginación conservadora. Si lo quieren más fácil, que se compren unos juegos reunidos.