100.000 manifestantes por la paz y el desarme en la capital francesa
Unas 100.000 personas se reunieron ayer en el bosque de Vincennes, en la periferia parisiense, para celebrar la Fiesta de la Paz, que se inscribe en la serie de manifestaciones pacifistas que se organizan en el resto de Europa Occidental, informa Feliciano Fidalgo. El Partido Comunista Francés (PCF) y la corriente sindical de tendencia comunista Confederación General de los Trabajadores (CGT), apoyaban el llamamiento de los cien, grupo de intelectuales, artistas, políticos, que hizo oficialmente la convocatoria.En la concentración fue expulsado el escritor español Fernando Arrabal, que fue insultado y amenazado por- participantes, cuando colocó una pancarta con los nombres de Andropov, Fidel Castro, JaruzeIski y los misiles SS-20 soviéticos adornados con una calavera.
Entre las personalidades del llamamiento figuran políticos relevantes, pertenecientes a la mayoría gubernamental de izquierda.
La cuestión del pacifismo es una de las que divide más proYundamente a los comunistas y socialistas franceses que, hay que recordar, forman la ma, oría gobernante. Según el lema de la fiesta de ayer en Vincennes, los comunistas pleitean en favor de la detención instantánea de la fabricación de todo tipo de armamento. El Gobierno socialista, como lo expresa inequívocamente François Mitterrand, entiende que la garantía de paz no es la doctrina pacifista.
A partir de este postulado socialista, el Gobierno de París preconiza el equilibrio Este-Oeste, fundándose en que "no existe ninguna justificación racional para el despliegue continuo de los misíles SS-20 soviéticos", artefactos que pueden destruir Europa Occidental en algunos minutos y que no encuentran correspondientes en el arsenal defensivo de la OTAN.
Hasta ahora los franceses no han comulgado sinceramente con el movimiento pacifista que se desarrolla en Europa Occidental.
A pesar de ello, se nota una cierta evolución contraria en fechas recientes. Un sondeo decía que el 44% de los franceses son hostiles al despliegue de los euromisiles de la OTAN. Sólo el 34% son favorables. La información más interesante quizá del mismo sondeo fue ofrecida por el 80% de los ciudadanos, que se reconocen mal informados sobre el problema de los euromisiles.
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