_
_
_
_

Las emisoras estatales de radiodifusion están perdiendo el monopolio de lo que se ve o se oye, según el director de TVE

Las emisoras radiodifusoras establecidas no sólo ya han perdido el monopolio de lo que los particulares pueden ver u oír en sus televisores o en sus aparatos de radio, sino que también corren el peligro de ofrecer peor calidad técnica. Esta fue una de las ideas expresadas por el director de Televisión Española, Antonio López, en la última sesión del seminario sobre Las nuevas tecnologías y la televisión del mañana que fue clausurado ayer en Prado del Rey por el director general del Ente Público Radiotelevisión Española, José María Calviño.Antonio López citó el mundo de los videocasetes como el sector más significativo que escapa ya al control y a la influencia de los centros de radio y televisión establecidos. "Ante este hecho, o reaccionamos con carácter inmediato, o lo que nos definirá en el futuro será nuestra peor calidad técnica".

Otra de las causas que pueden provocar la ruptura de los monopolios estatales de radio y televisión ante el reto de las nuevas tecnologías es, en opinión del director de TVE, el problema de financiación "ya que los estados no poseen recursos financieros suficientes para instalar las nuevas tecnologías". En el caso español este problema se agudiza debido a que se trata de un país que no posee una tecnología comunicativa en punta.

Una de las conclusiones que han sacado los responsables de RTVE de este seminario que se ha celebrado durante toda la semana es que en los próximos cuatro años España deberá optar por sistemas tecnológicos concretos. "Queremos que nuestro país", dijo Calviño en la clausura del seminario, "que en tantas ocasiones ha perdido el tren de la historia, acierte ahora al elegir tecnologías comunicativas como las del satélite, la fibra óptica interactiva o el teletexto. Y hay que elegir ya, porque a partir de 1986 los satélites europeos van a invadir los campos de recepción".

El equipo de dirección de RTVE está estudiando en estos momentos la posibilidad de lanzar conjuntamente con Portugal o con Irlanda un satélite de comunicaciones con capacidad para tres canales de televisión. Si se llegara a algún acuerdo previo éste sería presentado al Gobierno para su aprobación o rechazo, y, en cualquier caso, antes de seis o siete años este proyecto no podría ser una realidad, aunque en uno o dos años habría pruebas experimentales.

De esta manera el satélite español se uniría a los otros 40 satélites de comunicaciones radiotelevisivas que se estima que serán puestos en órbita entro 1983 y 1990, con lo que aumentarán sensiblemente las 2.000 redes de radiodifusión que actualmente existen en todo el mundo.

Según cifras facilitadas por la Unión Europea de Radiodifusión la utilización particular de un satélite costará a cada usuario cerca de medio millón de pesetas, que es el coste de un equipo de recepción en la actualidad. Sin embargo el sistema americano reduce sensiblemente este costo, ya que en la actualidad anda rondando las 100.000 pesetas. En estos momentos, en Europa la recepción por satélite tiene 400.000 suscriptores.

Las mayores dificultades se plantean, según explicó el director de TVE, a la hora de financiar esta operación, ya que lanzar este satélite de comunicaciones y hacerlo operativo costaría por lo menos 37.000 millones de pesetas. A estas cifras habría que añadir los costos de financiación. La utilización de un satélite propio supondría para TVE incrementar sus presupuestos un 50%.

Por todas estas razones Televisión Española está buscando nuevas fórmulas de financiación del satélite o de otras nuevas tecnologías. Se han estudiado tres opciones: que sean los presupuestos del Estado los que lo financien (posibilidad en la que no cree el director de Televisión); que lo hagan las compañías privadas españolas (que tampoco parece probable) o que el peso de la financiación descanse en empresas públicas no relacionadas con la televisión. De acuerdo con esta última opción TVE estudia la posibilidad de que sea la Compañía Telefónica Nacional de España la empresa que financie el satélite.

En cuanto a la televisión por cable su futuro no está claro en España. En 1973 se cubrieron 8 kilómetros cuadrados de red de televión por cableen Madrid y Barcelona. En la actualidad una comisión de técnicos está estudiando esta situación. Según las primeras impresiones recogidas de esta comisión, que también estudiará las posibilidades de adoptar el sistema de fibra óptica interactivo, el cable instalado en España ya se habría quedado inservible o al menos obsoleto en relación con las nuevas tecnologías.

Antes de la intervención del director de TVE leyó una ponencia sobre Incidencias de las nuevas tecnologías sobre los profesionales del medio televisión Tomás Bethencourt, director del Instituto Oficial de Radiotelevisión.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_