La rebelión entre los parlamentarios del PSD portugués refleja las graves disensiones en el seno del partido

La elección de los cinco representantes del Parlamento portugués en el Consejo de Estado ha venido a confirmar la existencia de serias divergencias en el Partido Socialdemócrata (PSD) entre los partidarios de Francisco Pinto Basemão y quienes apoyan a la nueva dirección encabezada por Mota Pinto.

El Consejo de Estado, de seis miembros, es un órgano poco importante, ya que se limita a aconsejar al presidente de la República, a requerimiento de éste, acerca de las grandes decisiones de su mandato. La elección de los .nuevos representantes del Parlamento no dejaba lugar a la sorpresa: el escrutinio, por listas y por el sistema proporcional corregido D'Hondt, aseguraba, en principio, la elección de los dos primeros candidatos socialistas, Antonio Macedo y Raúl Rego, de los dos primeros candidatos socialdemócratas, el viceprimer ministro, Mota Pinto, y el presidente del partido, Nuno Rodrigues dos Santos, y del secretario general del partido comunista, Alvaro Cunhal.El golpe teatral se produjo con la elección, en lugar de Dos Santos, del presidente del democristiano Centro Democrático Social (CDS), Lucas Pires, a quien faltaban seis escaños para poder entrar en el Consejo de Estado, con el apoyo exclusivo del CDS.

La conclusión de que algunos diputados socialdemócratas habían violado la disciplina de voto, impuesta por el partido, en perjuicio de la representación del PSD y en provecho, además, no de los aliados socialistas, sino del ex aliado democristiano, sembró la consternación en las filas socialdemócratas.

La rebelión abierta de parte de los diputados desde que comenzara sus trabajos el nuevo Parlamento confirma la gravedad de las divergencias existentes entre la actual dirección del partido y el grupo parlamentario. La muy probable elección del ex ministro de Finanzas, João Salgueiro, como presidente del grupo parlamentario puede confirmar definitivamente la fidelidad del 70% al 80% de los diputados socialdemócratas a la anterior dirección del partido y al ex presidente Francisco Pinto Balsemão.

Otra Constitución

Los hechos parecen confirmar las previsiones del presidente socialdemócrata del Gobierno autónomo de Madeira, Alberto João Jardim, quien afirmaba hace días que las divisiones internas del Partido Socialista y del PSD condenaban al fracaso al Gobierno de coalición presidido por Mario Soares. Jardim no cree en el futuro de la coalición por motivos más radicales: considera que el sistema político portugués está completamente viciado y que para salvar la democracia alguien debería tener el valor de suspender la actual Constitución, hacer redactar otra, al margen de las disputas bizantinas del Parlamento, y hacerla ratificar mediante referéndum. Jardim es conocido por la irreverencia de que hace gala y suele decir en voz alta lo que muchos piensan sin atreverse a manifestarlo.

Mario Soares y sus ministros preparan su próxima actuación gubernamental y lo que se ha filtrado es motivo de preocupación: la devaluación del escudo, del 10% al 15%, según unas fuentes, del 15% al 20%, según otras, está confirmada, e incluso puede anunciarse tras la reunión del Consejo de Ministros extraordinaria del sábado. El nuevo ministro de Finanzas congeló los aumentos de precios de una serie de productos de primera necesidad preparados por su predecesor por considerarlos insuficientes.