El Real Madrid se aprovechó de la inoperancia ofensiva de la Real
El Real Madrid mereció y consiguió ayer en Atocha su pase para las semifinales de la Copa de la Liga. Por el contrario, la Real puso fin a su más triste temporada de los últimos años y no estará la próxima campaña en Europa, ni tan siquiera por la vía de la Copa de la UEFA, puesto que ayer quemó, a bastantes metros de la meta, su último cartucho. ada uno de los equipos dominó un tiempo. La Real en el primero y el Madrid, en el segundo. Fueron precisamente madridistas las mejores ocasiones de gol, que oblligaron a que Arconada tuviera que lucirse hasta en cuatro ocasiones.Di Stéfano sorprendió a propios y extraños con una alineación inicial que era un auténtico homenaje al jugador desconocido. Juanito y Santillana se quedaron en el banquillo, y dejó adelante tan sólo a Isidro y Pineda. Al propio tiempo creó un reforzadísimo centro del campo, en el que se incluía San José, hombre de netas aptitudes defensivas. La Real trataba de conseguir más empuje en la zona ancha, a base de incrustar a Celayeta en el círculo central.
El equipo local, empujado por su público, pareció salir en tromba. Y así, para a los quince segundos, había cobrado un tiro de Larrañaga, que salió desviado, tras pegar en un defensa y provocar el primer corner. El dominio de la Real, con el Madrid muy replegado, sin embargo no se materializaba en ocasiones de gol, que fueron escaseando cada vez más a medida que avanzaba el encuentro. Tuvo que ser el insulso penalti de Camacho, a centro de Diego, el que diera pie para que Kortabarría neutralizara la ventaja conseguida por el otro líbero, Metgod, tres días antes en Chamartín. Los espectadores tuvieron que esperar un cuarto de hora más para ver otro disparo a puerta de su equipo, que mereciera los honores del gol.
El resumen de la primera parte, nos mostraba un Madrid reservón, con una Real que según transcurrían los minutos se iba mostrando más inoperante de cara al gol. Esta impresión se confirmó en la segunda parte. La primera ocasión clara estuvo a cargo de Gallego, quien se aprovechó de un resbalón de Kortabarría, vió el adelantamiento de Arconada y trató de sorprenderle por alto. Pero el portero internacional hizo honor a su condición de número uno.
La Real no encontró el tiro a puerta, hasta el minuto 22, en que López Ufarte tiró desde fuera del área y la pelota lamió el poste. Di Stéfano se dió cuenta de que su equipo podía ganar. Y dió entrada a Juanito para buscar más profundidad. De ahí en adelante el Madrid fue ya indiscutiblemente superior. Y Arconada tuvo que desbaratar dos acciones de Juanito y Pineda, la primera antes y la segunda después de que el propio Pineda pusiera en el marcador el gol que daba el éxito al Real Madrid. Lo más positivo del encuentro fue, precisamente, la deportividad. que hubo en el mismo. Parece que las aficiones realista y madridista, si todavía no se quieren, al menos ya se respetan.
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