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Emilio Botín propone liquidar el Fondo de Garantía de Depósitos y crear uno voluntario

Xavier Vidal-Folch

El presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, propuso ayer en la junta general de la entidad que se liquidase el actual Fondo de Garantía de Depósitos por haber cumplido ya su misión y que se crease uno nuevo de adscripción voluntaria. Otros aspectos relevantes de la reunión fueron que, por primera vez, tomó la palabra el vicepresidente segundo y consejero delegado, Emilio Botín, hijo, quien representó además al presidente en la tradicional conferencia de prensa posterior, lo que se interpreta como el primer paso de la operación sucesoria al frente de la entidad. Por vez primera también, el consejo informó con amplio detalle sobre la actividad internacioual del banco y su riesgo en Latinoamérica.

El Banco de Santander consiguió en 1982 unos beneficios netos de 9.105 millones, que si bien solo superaban a los del año anterior en un 1,3%, colocan a la entidad, según señaló su consejero delegado en el primer lugar de la rentabilidad de la gran banca española, medida en cuatro índices.El presidente del Santander recordó que, con motivo de la resolución de la crisis de Banca Catalana -que consideró "la más acertada"- las autoridades manifestaron que daban por cerrada la crisis bancaria. "Parecería natural y creemos que sería muy aconsejable", añadió, "que terminada esta etapa el actual Fondo fuera liquidado, lo que exigirá un período de tiempo dilatado, dadas las características de su activo y la importancia de su pasivo". Botín propugnó, en este sentido, que éste era el momento para "establecer un nuevo Fondo, basado en la experiencia de otros países, al que cada banco pudiera libremente pertenecer o no y con objetivos limitados a garantizar el pequeño ahorro".

Actividad internacional

En el aspecto de la actividad internacional del Santander, su presidente se remitió a la amplia memoria -sometida por vez primera también a la auditoría de una compañía. externa, Arthur Andersen- en la que se consignan unas plusvalías de 6.018 millones de pesetas producidas por las participaciones del banco en diversas entidades latinoamericanas, de las que deben restarse unas minusvalías de 2.114 millones generadas por la filial chilena. Los beneficios netos consolidados del grupo en Centroamérica y Suramérica ascendieron a 18 millones de dólares en 1982. "Estos resultados nos confirman en la idea" que tuvo hace 20 años el consejo de expandirse por dicha zona, afirmó, para insistir en que "tan convencidos estamos de ello que es nuestro propósito continuar esta política en alguno de los países en que aún no nos hallamos presentes, cuando las legislaciones lo permitan y las circunstancias lo aconsejen".En su actividad interna, el Banco de Santander incrementó sus recursos ajenos en 137.461 millones de pesetas colocándose en 802.000 millones (un 20,69% más que en 1981). Su inversión crediticia total ascendió a 563.462 millones (incremento del 17,76%). El descenso del margen financiero general en la banca, el hecho de que "partíamos de cifras muy altas", el haber primado la rentabilidad sobre la liquidez, y la donación de acciones a los empleados con motivo del 125 aniversario, fueron las principales causas aludidas para explicar que el beneficio bruto aumentase en un 6,55% y el neto, sólamente en un 1,3%. Pese a ello, "nuestra rentabilidad de gestión es la primera entre los grandes bancos", según indicó Emilio Botín, hijo, apoyando esa afirmación en cuatro índices comparativos: el de resultados netos sobre activos totales medios; el de beneficios brutos generados sobre activos totales medios; el coeficiente de garantía, y la participación de los beneficios brutos del Santander (12.575 millones) en el beneficio total de la banca.

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