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Los funcionarios de Carabanchel amenazan con un plante si no se garantiza su seguridad

Amelia Castilla

El director de la prisión de Carabanchel, Eusebio Hernández, y una comisión de funcionarios del centro se reunen hoy con el director general de Instituciones Penitenciarias, Juan José Martínez Zato, para exponerle la crítica situación de la cárcel tras la retirada de la Policía Nacional de sus instalaciones y la escalada de violencia producida días pasados, que culminó con la muerte de un recluso y dos secuestros de funcionarios. Ayer los empleados del centro penitenciario amenazaron con un plante si no se asegura su integridad física dentro de la prisión.El gobernador civil, José María Rodríguez Colorado, manifestó ayer, sobre la retirada de la policía de la prisión tras vigilar el domingo y el lunes los cacheos de los funcionarios a los presos, que la permanencia de un :retén en la cárcel no es oportuna, puesto que de la vigilancia exterior del recinto penitenciario se encarga la Guardia Civil, y de la vigilancia interior, los funcionarios. "La policía", dice Rodríguez Colorado, "prestará en la prisión todo el apoyo y la ayuda necesarios, pero sólo cuando la situación lo requiera".

El nervíosismo, la tensión y la inquietud son la nota dominante en el colectivo de funcionarios tras los actos de violencia de los últimos días, según Eusebio Hernández, que explica, así la situación: "Los presos se han crecido ante los funcionarios. Se producen constantes salidas de tono y avasallamientos por parte de los internos. La situación en las cárceles ha mejorado y ahora están más cerca de la libertad. Yo personalmente no lo entiendo. La violencia no está motivada por hechos concretos, existen grupos aislados que se resisten a cumplir las normas y que reaccionan de forma agresiva y violenta".

El domingo y el lunes pasado, los funcionarios realizaron un cacheo general en la prisión, y hallaron 32 pinchos o cuchillos de fabrícación casera. "Los reclusos", dice el director, "no están tan armados como parece. El problema es que pueden fabricar un arma con los ganchos de las camas, ventanas o cisternas".

Un interno, cuya identidad no se ha facilitado, fue detenido en la propia prisión el pasado domingo, acusado de la muerte del preso Rafael Romero Muñoz. Según el director, la pelea fue presenciada por numerosos reclusos, pero ninguno quiere hablar.

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