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Tribuna
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Dos equipos de gran categoría

Desde un punto de vista deportivo, sin menospreciar a nadie, dada la rivalidad que existe entre el Madrid y el Barcelona, que lleguen a la final supone que se haga más grande la expectativa. Son finalistas dos equipos que han demostrado, en el transcurso de la temporada, una gran categoría. Ambos clubes arrastran mucho público y eso hace más interesante y competitiva la final.Nosotros hemos hecho una campaña liguera bastante buena hemos llegado a la final de la Recopa, y, dado que hemos perdido, ante la opinión pública aparecemos como disminuidos en el sentido de que el Barcelona está menos gastado porque no ha sufrido las derrotas de Valencia y Gotemburgo. El equipo, por esos tropiezos, jugadores y entrenador nos jugamos mucho porque queremos dar una satisfacción a la hinchada. El fútbol es un juego y se gana o se pierde, y esto no hay que olvidarlo El fútbol no tiene un decreto que obligue a ganar por la fuerza. El Madrid va a Zaragoza con una gran experiencia de lo pasado y en el partido habrá que poner toda la carne en el asador desde el primer minuto. Si caemos, por lo menos que sea con honor, tras haber luchado. Si son superiores, eso habrá que verlo en la cancha. A una final los jugadores van con una preparación más personal y con creta. Para ganar necesitamos salir con mentalidad de luchadores.

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Hay que considerar que el Barcelona se ha reforzado como cada año, porque siempre va buscando lo mejor. A la veteranía de algunos jugadores, Migueli y Sánchez, se une la juventud de otros, lo que le servirá para tratar de conjugar sus virtudes en el futuro. La calidad de Maradona, Marquitos, Víctor, Carrasco, Quin¡ y Julio Alberto, por ejemplo, no es cartón pintado. El fútbol internacional sabe lo que esa gente es. Nosotros no nos quedamos atrás. En este momento tenemos cinco jugadores en la selección nacional. Por la cantidad y calidad de jugadores internacionales se presume una final muy buena. Esperamos que sea buena y ganemos nosotros.

La incorporación de Menotti debe darle nuevos aires al Barcelona, pero el Madrid, en los momentos de apremio, saca la flor y nata de su espíritu de combate. Mis jugadores deben saber que al margen de la táctica, desde el comienzo, deben jugar con rapidez y multiplicarse. En la Liga hay tiempo para recuperar un resultado adverso. La final de Copa es un solo partido y, si se pierde, se pierde todo.

Reconocemos la calidad de los jugadores del Barcelona, pero el Madrid no le teme al león más pintado. Por tanto vamos a salir con todo, como linyera al tren. O sea, como los temporeros argentinos que se lanzaban de cabeza, con su macuto, a un tren abierto para buscar fortuna en otra región. Nunca jugué una final de Copa, contra el Barcelona, pero como entrenador del Valencia me enfrenté una vez, y supongo, que ha de ser muy emocionante para un futbolista participar en un partido tan relevante, dado que se enfrentan dos equipos de tanta tradición. Son los equipos de Regueiro y Samitier.

Nosotros no podemos prometer' que le! vamos a arrollar, pero vamos a trabajar seriamente. Nos pondremos el overol, el mono azul, y cuando toque ser distinguido haremos de violinistas. Nuestro equipo está capacitado para hacer demostraciones de buen fútbol y salir adelante. Esperemos a que ruede la pelota para buscarla, protegerla e ir hacia el gol, que es la salsa del fútbol. El marco va a ser muy bonito y pienso que a todo jugador le gusta estar en esta situación, en la que muchos quisieran estar y no pueden.

Alfredo Di Stéfanoex futbolista, actual entrenador del Real Madrid.

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