El valenciano García Carrión arbitrará la final de la Copa del Rey entre Real Madrid y Barcelona

El colegiado valenciano José Luis García Carrión será el encargado de dirigir la final de la Copa del Rey de fútbol, que se disputará en el estadio de la Romareda, el próximo sábado, entre el Real Madrid y el Barcelona. Actuarán como jueces de línea el murciano Bartolomé Jiménez Madrid y el colegiado de las Palmas José Merino González. El Comité de Designación escogió a García Carrión con preferencia a Sánchez Arminio y Franco Martínez.

García Carrión se mostraba incrédulo cuando, a las 17.34 horas de ayer, este periódico le comunicaba que había sido escogido por el Comité de Designación para dirigir la final de Zaragoza. "Le juro por mis cuatro hijos que todavía no sé nada. Piense que si dentro de un rato me miro al espejo y pienso que otro compañero ha sido el elegido, me entrará una gran depresión, porque un partido así, una final de este estilo, es el sueño de todos los árbitros. ¿De verdad he sido el elegido?. De verdad". "Todavía recuerdo la final de Copa que arbitré hace seis años. Jugaron Betis y Athlétic de Bilbao. Acabaron empatados el partido y la prórroga. La igualdad se mantuvo en la primera tanda de penaltis y en el último penalti de la segunda tanda se decidió el campeón. ¿Sabe' cómo?. Pues Esnaola le paró el lanzamiento a Iríbar. Curioso, ¿no?". Curioso.

Un partido muy importante

En torno al duelo del sábado, García Carrión piensa que "es un partido muy importante para todos. Los dos equipos se juegan mucho, porque, según han comentado ustedes, se juegan la temporada. Habrá mucha pasión en las gradas. He leído que en Barcelona faltan entradas y que en Madrid se venden a buen ritmo. Será un partido difícil, aunque esperemos que se desarrolle con corrección". ¿De qué depende que todo vaya bien?. "Depende, en primer lugar y por encima de cualquier otra consideración, de la suerte. Espero que no tengamos ninguna jugada dudosa, pero si la hubiera, lo único que le pido a Dios es estar cerca de la acción para poder juzgarla con claridad. El comportamiento de los jugadores del público es importante, pero, sobre todo, hay que pensar en la suerte". García Carrión lleva 23 años arbitrando. "Empecé en la temporada 60-61 dirigiendo, como todo el mundo, encuentros de infantiles, en Valencia. ¿Que porque me aficioné al arbitraje? Bueno, yo quería ser futbolista, pero estando en el amateur me di cuenta de que jamás sería estrella y pensé que la única forma de seguir en el fútbol era dirigiendo encuentros. Me aficioné y estoy contentísimo de haber dado ese paso". Alas 17.57 horas, cuando colgamos el teléfono, García Carrión ya pensaba en cómo iba a dirigir la final: "Hay que controlar el partido desde el principio. Es un partido muy importante, donde todos nos conocemos y uno ya sabe cómo dominar las acciones de los jugadores, para que no se te escape el partido. ¿Tarjetas?, yo tengo una teoría que puede no ser acertada, pero que es la mía: el árbitro tarjetero no es buen árbitro. Hay que tener personalidad para hacerse respetar sin necesidad de mostrar tarjetas. De todos modos puedo garantizarle que si los jugadores, con su comportamiento, me piden las cartulinas las sacaré con energía".

Ninguna advertencia

Cuando se le pregunta si piensa hacer algún tipo de advertencia a los capitanes del Madrid y Barcelona antes de que se inicie el partido, García Carrión explica: "No hablaré con ellos, porque estamos hablando de jugadores profesionales, que conocen o deben conocer igual que yo el reglamento y, deben saber lo que pueden haceir y lo que no. No, no les diré nada, Nos veremos sobre el terreno de juego, no antes". El árbitro valenciano cree que "la preparación física es muy importante en este tipo de encuentros, porque sí estás en forma puedes estar junto al balón".García Carrión fue preferido a Sánchez Arminio y Franco Martínez. "Los dos son grandes colegiados, que lo hubieran hecho magníficarnente y estoy seguro de que a ambos les hacía mucha ilusión este partido. He tenido la suerte de que me ha tocado a mí". En torno a sus compañeros de banda, García Carrión piensa que "son dos grandes amigos y excelentes jueces; nos compenetraremos muy bien, seguro". García Carrión viajará el viernes a Zaragoza. Antes de colgar seguía sin creerse que había sido el elegido. El espejo le debió decir que no era él. A estas horas ya está convencido.