Los navieros piden la utilización de los buques nacionales en el comercio de Estado
La flota española de transporte, afectada por la crisis mundial del sector, empeoró su situación en 1982 y se redujo un 5,5%, sin participar de la reciente ola de pedidos masivos de buques graneleros, como tampoco participó anteriormente de la ola de pedidos de buques tanques. Así lo señala un informe sobre la marina mercante y el transporte marítimo en 1982 divulgado ayer por la Asociación de Navieros Españoles (Anave), que agrupa a un 95% de las navieras españolas con buques de más de 100 toneladas.
Entre los problemas a los que se enfrenta la flota mercante española en el ámbito estatal se encuentran la protección a la construcción naval, la rigidez de las relaciones laborales, el mantenimiento de una concepción discriminatoria en la fiscalidad y la falta de agilidad en los mercados internacionales, subraya el informe de Anave, cuyos dirigentes pidieron ayer a la Administración una política decidida en el campo de la Marina Mercante, para evitar un ulterior deterioro de las navieras.Como medidas concretas, el presidente de Anave, Fernando Fernández Tapias, solicitó que las importaciones correspondientes al comercio de Estado (compras del Estado en el exterior) que actualmente se realizan bajo pabellón extranjero (entre 15 millones y 20 millones de toneladas) pasen a realizarse bajo pabellón español.
Asimismo, Fernández Tapias pidió facilidades en la adquisición de los combustibles y una reducción de los impuestos sobre el tráfico de empresas. La atención de estas demandas posibilitaría, dijo, una mayor competitividad internacional para la flota mercante española, sobre cuyo futuro se mostró escéptico en las actuales condiciones.
Un mal año para los navieros
Los resultados del ejercicio de 1982 fueron "muy malos", ya que de un total de 11 millones de toneladas de capacidad naval, dos millones permanecieron amarradas y las navieras se encuentran lastradas por deudas anteriores, manifestaron los portavoces de Anave, que se negaron a cuantificar la deuda contraída y en proceso de renegociación con el Banco de Crédito Industrial.De un total de 7,3 millones de toneladas de registro bruto en 1981, la flota española de transporte descendió a 6,9 millones de toneladas de registro bruto en 1982. El descenso no fue homogéneo, ya que mientras la flota de buques convencionales disminuyó; aumentó la flota de buques especiales. La flota española experimentó además un envejecimiento, aumentando el porcentaje de la misma mayor de 25 años del 1,6% al 2% y reduciéndose el porcentaje menor de 10 años del 78,2% al 74%.
Por otra parte, el comercio de Estado, cuyo transporte marítimo debe realizarse obligatoriamente por buques españoles, fue realizado por buques extranjeros en gran parte. Según datos proporcionados por el director general de la Marina Mercante, Fernando Salvador, un 40% del petróleo Importado por España se trae en buques extranjeros, mientras 1,5 millones de toneladas pertenecientes a petroleros españoles permanecen amarradas. En el caso de las importaciones de Carbón, un 90% de las mismas corre a cargo de barcos extranjeros, pero se ha conseguido que casi todos los cereales importados se transporten en buques nacionales a partir de medidas tomadas este año por la Administración.
Los importadores españoles que utilizan buques extranjeros para transportar sus mercancías alegan, sin embargo, el alto coste de los fletes españoles, un argumento que rechazó Fernando Salvador, señalando que el encarecimiento inicial de los fletes españoles se ve minimizado y absorbido posteriormente por diversos factores.
El director general de la Marina Mercante prometió apoyar las reivindicaciones de los navieros en el sentido de que se cumplan las disposiciones contempladas en la legislación española para proteger al armador español. Salvador subrayó la necesidad de incrementar la conciencia de la Administración para que se contemple el transporte en buques nacionales a la hora de firmar acuerdos comerciales con otros países. En este sentido, los directivos de Anave lamentaron la facilidad con la que España cedió en el tema del transporte cuando se firmó el contrato para el suministro de gas natural procedente de Argelia.
En la actualidad, más del 90% del comercio exterior español se hace por vía marítima. De esta cifra, un 70% aproximadamente, corresponde al realizado a través del comercio de Estado.
Los responsables de Anave estiman que el aspecto más importante en este momento es, quizá, cómo llevar a la práctica un objetivo de Gobierno que puede ser aceptable con generalidad, consolidar la flota actual y potenciar su desarrollo futuro. Esta es la tarea que los directivos de los navieros españoles se proponen llevar a la práctica a lo largo de los próximos meses.
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