El gato inapetente

La señora avanzó decididamente hasta la mesa del especialista. Éste se levantó. La señora, sin decir siquiera un breve saludo, abrió una bolsa, sacó de ella un gato agarrándolo por la piel del cuello y depositándolo sobre el tablero dijo: -No come.

El especialista miró al animal y preguntó:

¿Qué no come?

La señora empezó a impacientarse y dijo con alguna brusquedad:

-Nada, no me come nada. Ni pollo, ni pescado, ni chocolate. El especialista tenía ya alguna experiencia de ocasiones similares. No deseaba conversación y sí información precisa.

-¿Pero qué es lo que pasa? -dijo- ¿Se acerca a la comida, la huele y se retira o no muestra interés por ella? La señora tenía una cita a la que no quería faltar.

-Yo no lo sé, ni creo que tenga importancia. Por favor, no me haga perder el tiempo. Conversaciones como ésta suceden cada día en todas las consultas de los veterinarios y por eso hoy, en esta sección, voy a intentar dar algunos consejos que sirvan al menos para que nadie pierda sus minutos en las clínicas. Y conste que, en ese tema, usted, dueño del animal enfermo, debe ser el más interesado en que todo se resuelva bien y pronto porque el doctor podría reflejar el valor de su tiempo en la factura y haría mal si no fuese así.

En el caso que estábamos describiendo, la pregunta que quedó sin contestar tiene mucha importancia, ya que, si el gato se acerca a la comida, la huele, incluso lame cuidadosamente el alimento y no lo muerde o intenta tragarlo, puede ser, entre otras cosas, por una fractura de mandíbula, dentadura en mal estado, una espina clavada en la garganta, etcétera. SÍ el animal no acude atraído por el olor apetitoso del manjar podría ser indicio de que sufre otro tipo de enfermedad, por ejemplo, gastroenteritis.

Por ello, usted debe explicar de la manera más completa todos, absolutamente todos los síntomas que haya advertido y no importa si alguno le parece poco interesante, usted dígalo y que sea el doctor quien opine si debe ser tenido en cuenta o, por el contrario, desestimado.

Hay, incluso, ocasiones en que desde los primeros síntomas hasta que la visita a la clínica se produce han transcurrido varios días. Entonces, la recomendación es que anote cuidadosamente las fechas y las horas en que se han ido produciendo. Un animal con vómitos y diarrea puede casi siempre padecer una enfermedad diferente a otro animal con diarrea y vómitos.