La intimidad y el padrón

Le escribo esta carta con el fin de llamar su atención sobre un hecho que a mi juicio viola el secreto existente, o que debería existir, sobre la información que los ciudadanos prestamos a la Administración a través del padrón municipal.Yo, en mi ignorancia, sostenía la peregrina teoría (y así me pareció oírlo en la propaganda con la que fuimos regalados en los días en los que tuvimos que cumplimentarlo) de que los datos que se nos pedían sólo serían conocidos globalmente, como índices, etcétera, con el fin de planificar las necesidades de plazas escolares o de tener un mayor conocimiento estadístico de la población. Pero lo que de ninguna forma se me pudo ocurrir es que fueran a aparecer en unas listas, expuestas públicamente, en las que se dijera "Fulano de Tal no sabe leer ni escribir". Por sorprendente que parezca, nuestras, por otro lado, incompletas listas electorales no sólo muestran el nombre, dirección y número,del DNI del elector, sino que, a la vista de todos y con fines desconocidos, sefialan datos totalmente personales y que no tienen por qué ser expuestos en público, como son los estudios realizados y la edad. Será un intento de hacer subir el grado de escolarización de la población española haciendo que, por vergüenza (que debería ser sentida sólo por pasados gobernantes, al ver tanto adulto no escolarizado), algunos ciudadanos falseen los datos; en el próximo padrón seremos todos, por lo menos, ingenieros. /

Estudiante.