Bette Davis y 'La solterona'
En 1939, poco después de rodar con gran éxito Dark Victory, la Warner estrujaba al máximo la popularidad de Bette Davis. En La solterona (The old maid) repetía película con un equipo prácticamente idéntico: Edmond Goulding como director, Casy Robinson como guionista, Tony Gaudio como director de fotografía, y Max Steiner como músico. Todos trabajaban para que la estrella de la casa -el oscar de Jezabel era reciente- se luciera dentro de una historia melodramática, de amores insatisfechos y pasiones ocultas.La solterona se inspira en una novela de Edith Wharton en la que una madre soltera acepta que su prima adopte como hija a la suya, secreto compartido a partir del cual guionista y director confeccionaron un melo en la línea weepie, es decir lacrimógena. El tandem que rivaliza en torno al tema de la maternidad es el compuesto por Miriam Hopkins y Bette Davis, una pareja que, si en el filme tiene serios motivos de enfrentamiento, aún mayores los tenía en la realidad, tal como explica en sus memorias Bette Davis.
En la época, la película ofrecía el atractivo suplementario de que la narración supusiera treinta años de ficción, con el consiguiente maquillaje de envejecimiento, que aumenta el dramatismo del calificativo de solterona. El galán es el sólido y desfasado George Brent, armado de unas patillas considerables y un bigote de petimetre en perfecta consonancia con el ambiente sureño que refleja el filme.
La solterona se emite hoy a las 22.00 por la primera cadena.
