El techo
Ha llegado la hora de las lamentaciones para el Real Madrid. Dos veces ha tenido al alcance de la mano el título y las dos veces ha sido derrotado. La tradición de equipo capaz de superarse a sí mismo en los trances difíciles comienza a desmoronarse. Pero sería un ejercicio inútil que los madridistas se rasgaran las vestiduras por los dos tropiezos. Desde un punto de vista estrictamente realista hay que convenir que ha llegado a su techo. Para más, probablemente, no estaba capacitado.Sorprendió la escasa garra del Madrid frente al Aberdeen. Llamó la atención la poca fuerza física de algunos hombres. El Madrid ha pagado, a última hora, el esfuerzo realizado desde la primera jornada de Liga. El Madrid atacó desde el inicio porque Di Stéfano era consciente de que el Barca, si llegaba a cuajar como conjunto, iba a ser irresistible. La táctica de Di Stéfano fue almacenar puntos para cuando llegara el temporal barcelonista. El error de cálculo fue el tercero en discordia, el Athlétic, que resultó el principal beneficiario.
El Madrid ha jugado toda la campaña al máximo de sus posibilidades. Era su única salida. Con la plantilla actual Di Stéfano no podía hacer más. La situación presente no es nueva. Con Boskov ya pasó lo mismo. Quien da lo que tiene no está obligado a más.
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