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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Los nuevos ayuntamientos y la salud dental

La caries dental no es solamente la enfermedad más extendida en nuestra población, sino además la menos atendida. El 90% de la población española la padece y, sin embargo, ni existen programas estatales para su prevención ni la Seguridad Social, dotada de los más avanzados recursos, ofrece para su solución otra cosa que la extracción del diente afectado.Como es una enfermedad infecciosa, es progresiva, es decir, no sólo su gravedad aumenta con el tiempo, sino también el número de dientes enfermos. Por ejemplo, a los cinco años el niño tiene normalmente tres dientes careados, y a los 15 años, 10.

Estudios efectuados en la Escuela de Estomatología de Madrid nos han llevado a la conclusión de que el número de caries por niño ha aumentado el doble en los últimos diez años. Aumento que ha sido más notorio en los estratos sociales de recursos más precarios y de nivel educativo más bajo. La gravedad de las lesiones ha aumentado a tal punto que el 50% de la población infantil precisa de tratamiento dental de urgencia.

La caries dental depende de tres factores fundamentales:

1. Exceso en la dieta de azúcares refinados.

2. Actividad de las bacterias presentes en la boca; y

3. Susceptibilidad de los tejidos del diente a la acción de los ácidos que las bacterias producen al actuar sobre los azúcares.

Se ha demostrado que cuando una población bebe agua con un contenido en ion flúor comprendido entre una y dos partes por millón, padece el 50% menos de caries que en otras poblaciones cuyas aguas tienen niveles de flúor más bajos.

La trascendencia social de la caries dental y la efectividad de las medidas preventivas han hecho a la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudiar el problema y decidir, en 1975, tomar dos resoluciones, que correspondieron a las 28ª y 31ª asambleas, aconsejando la fluoración de las aguas como la medida más efectiva para evitar la enfermedad de la caries.

Como sabemos, el agua contiene multitud de elementos que varían de acuerdo a las condiciones del terreno por el que pasa en su filtraje natural. En la actualidad existen procedimientos para mejorar y enriquecer el agua mediante estaciones depuradoras donde se eliminan los elementos nocivos y se añaden aquellos que son más beneficiosos para la salud.

Fluorización del agua

En 1945 fue la ciudad de Michigan, en Estados Unidos, la primera que decidió incorporar a estas estaciones un sistema de enriquecimiento de flúor. Ejemplo que ha sido seguido por diferentes ciudades y países del mundo. Así, en 1969, existía en Estados Unidos una población de más de 80 millones de personas que bebían agua enriquecida con flúor. En Canadá, más de cinco millones, y en la América hispana más de 12 millones. Igualmente, tanto la Unión Soviética como los países del bloque oriental y la Europa comunitaria disponen de estas medidas.

En un estudio efectuado el pasado año para la ciudad de Huelva, se evaluó el coste del enriquecimiento del agua en ion flúor en cuatro pesetas por individuo/año, lo que supondría unas 12 pesetas por cada caries que se evita.

Sin embargo, cuando a estas medidas se le añade la educación sanitaria de la población para que mejore su higiene bucal y restrinja el consumo de azúcares refinados, más particularmente entre las comidas, puede aumentarse el porcentaje del beneficio preventivo.

La Organización Mundial de la Salud, en su 28ª Asamblea, señaló que "ningún país puede aspirar a resolver los problemas que plantea la caries dental limitándose a organizar servicios de odontología curativa". Esto quiere decir que pretender eliminar la caries dental de la boca de los españoles utilizando como única medida la creación de clínicas dentales, en donde se restauren las piezas careadas, es una utopía, ya que las nuevas caries aparecen más rápidamente que lo que se tarda en su curación.

En los últimos años, la Organización Colegial Odonto-Estomatológica, preocupada por la extensión de este problema en nuestra población, ha intentado por diversos medios sensibilizar a nuestras autoridades sanitarias con el fin de conseguir una campaña preventiva a nivel nacional y en la búsqueda de soluciones para la curación de la enfermedad en los primeros estadios. El momento actual, en donde los proyectos de la ley de Bases de Sanidad incluyen la salud bucal como uno de los derechos del pueblo español, es posiblemente la mejor ocasión de que hemos dispuesto en los últimos años para poder incluir los problemas bucales dentro de los objetivos de la sanidad española.

Muchas son las poblaciones que en nuestro país disponen ya de un agua de bebida convenientemente tratada, debido al esfuerzo conjunto de estomatólogos y ayuntamientos.

Sólo cabe desear que el ejemplo cunda y que las nuevas corporaciones municipales acepten en, sus programas el compromiso formal de luchar por una mejor salud bucal de nuestras comunidades, ya que son las diputaciones y ayuntamientos los responsables de la calidad del agua de bebida y, más concretamente, es a los ayuntamientos a los que compete la sanidad escolar.

La escuela es la comunidad ideal para que las medidas preventivas tengan la máxima eficacia, por lo cual debería estructurarse un programa de sanidad escolar que incluya, además de lo dicho, educación sanitaria e incluso la atención y curación de las caries incipientes, cuyos simples procedimientos permiten el poder ser efectuados en las escuelas mediante clínicas móviles.

J. P. Moreno González es profesor de la Cátedra de Estomatología Infantil y Ortodoncia de la universidad Complutense.

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