Pasqual Maragall prevé un enfrentamiento entre las concepciones de 'catalanismo' representadas por CiU y el PSC

El alcalde socialista en ciernes de Barcelona, Pasqual Maragall, prevé como consecuencia de los presentes resultados electorales municipales en Cataluña "un mayor enfrentamiento entre dos concepciones del catalanismo, una abierta y otra cerrada", representadas, respectivamente, en su opinión, por el Partido Socialista de Cataluña (PSC) y Convergencia i Unió (CiU), del que saldrá victorioso el primero, según manifestó a este diario.Aunque no descarta Maragall que CiU vuelva a utilizar "métodos para radicalizar los sentimientos", asegura que las relaciones Ayuntamiento-Generalitat deben seguir como ahora. El máximo aspirante a la alcaldía barcelonesa, auguró la progresiva separación del CiU, a consecuencia de la cual Unió Democrática se transformaría en la alternativa de la derecha actual, y anunció la desaparición de Esquerra Republicana de Catalunya, porque "vive de las ayudas económicas de la derecha más derecha y practica el verbalismo de los radicales de izquierda". No mostró especial preocupación por el pacto entre el PSC y el PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña), cuya solución final, afirmó, pasará por la unificación del PSUC al PSC.

Maragall anunció que basará su segundo mandato en una apertura de la Administración local a los barceloneses, particularmente en la planificación de la política fiscal y urbanística.

Debate interno en CDC

Por su parte, Ramón Trias Fargas, presidente de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y nuevo cabeza de la oposición municipal en Barcelona, ha declaro a este periódico que exigirá un debate interno en el seno de partido, para que cambie sustancialmente sus planteamientos nacionalistas. "Estimo que debemos entrar en contacto claro y decidido con la población inmigrante que los socialistas quieren monopolizar", afirmó el candidato de CiU derrotado en las elecciones muncipales del domingo.Trias asegura contar con el apoyo de la militancia del partido en Barcelona y parece dispuesto a hacer valer sus resultados -"los más altos obtenidos por la coalición en la capital catalana"para reafirmar su protagonismo y conseguir el giro en la filosofía nacionalista impulsada hasta ahora por Jordi Pujol.

"Entiendo que el partido, después de 40 años de persecución franquista de nuestra lengua y nuestra manera de ser, tenga unas justas reivindicaciones; pero, a veces, comprendo que éstas despiertan suspicacias entre personas que, al fin y al cabo, no han tenido ninguna participación en los abusos cometidos contra nuestro pueblo durante el régimen anterior", indicó Trias.