Eufória en el PCE, que ha visto duplicados los votos con respecto al 28-O
El Partido Comunista de España (PCE) celebró ayer con orquesta, charanga y verbena en su sede central el más de millón y medio de votos conseguidos en las elecciones municipales, según sus propias fuentes, lo que supone dúplicar los resultados que obtuvo en las legislativas del pasado 28 de octubre. La euforia se llamaba, principalmente, alcaldía de Córdoba, un reto para los comunistas, en la medida en que el PSOE había hecho especiales esfuerzos por arrebatársela y, además, porque elevaron el número de sufragios obtenidos en ellas. "El resultado obtenido por el PCE", declaró Iglesias, "asienta la recuperacion experimentada por el partido, a nivel de militancia, tras la conferencia nacional del partido celebrada recientemente".Gerardo Iglesias, secretario general del partido comunista, anunció eufórico, momentos antes de marcarse el pasadoble La morena de mi copla, en su enésimo vaso de sangría, la quiebra del bipartidismo, que, además de "irse al garete, tendrá trascendencia más allá de la vida municipal". Mientras Iglesias manifestaba, a la pregunta de si los resultados eran un éxito personal suyo, que "son un éxito del partido, aunque la conferencia nacional que celebramos ha tenido que ver", un Santiago Carrillo desbordante de confeti azul opinaba que "yo no creo que el cambio en la secretaría general haya tenido ninguna importancia".
A pesar de la alegría común la valoración de las causas del éxito siguió marcando una línea sólo relativamente sutil entre los dirigentes del partido comunista. En tanto que el dirigente madrileño Adolfo Piñedo y Jaime Ballesteros, vicesecretario general, de conocida fidelidad a Carrillo, no daban una especial trascendencia a lápresencia de Gerardo Iglesias al frente del PCE, Simón Sánchez Montero y Marcelino Camacho la consideraban "importante" y "más integradora". Nicolás Sartorius se quedaba en un término medio y decía que el haber duplicado los sufragios se debe a tres causas: El esfuerzo hecho por el partido, la buena gestión de los alcaldes y concejales comunistas y el cambio en la secretaría general "sin que sean, necesariamente, en este orden".
Santiago Carrillo, Jaime Ballesteros y Adolfo Piñedo conocieron los primeros resultados electorales en el comité provincial y llegaron a la sede central comunista cuando ya estaba avanzada la verbena. Carrillo fue uno de los líderes más solicitados por los informadores, a los que dijo que "en este país, sin los comunistas, el PSOE puede convertirse en el partido de los americanos", al tiempo que opinaba que la recuperación de voto se debía al error de muchos electores del 28-O, que favorecieron al PSOE y "no nos votaron en la línea de cerrar el paso a la derecha".
El candidato a la.alcaldía de Madrid, ya concejal electo, Adolfo Pastor, anunció que el comité regional del partido comunista iba a solicitar, anoche mismo, al PSOE la continuidad de los pactos municipales de izquierda y lamentó "que el PDL y el CDS hayan quedado barridos, porque eso es malo".
Los vítores a Gerardo Iglesias, los cánticos de la tonadilla futboIística del campeones, campeones, oé, oé, PCE y los gritos de "Anguita es cojonudo, como Anguita no hay ninguno" ocupaban a la militancia comunista pasadas las dos de la madrugada de hoy, después de que llegara a la sede central el poeta Rafael Alberti y Gerardo Iglesias ratificara el carácter "marxista y revolucionario" del PCE.
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