'Un americano en Paris', musical histórico

Sólo el número final de Un americano en París (1951) es suficiente para los críticos, que vieron en ese impresionante ballet uno de los momentos más brillantes del cine musical norteamericano. Con partitura de George e Ira Gershwin, ese número de 18 minutos costó tanto dinero como muchas películas europeas de hoy: 450.000 dólares, seis meses de ensayo y un mes íntegro de rodaje. El resultado está a la altura de las pretensiones, sobre todo si el espectador puede desprenderse de- la ligera cursilería que lo impregna. Vincente Minnelli, el director, se dejó tentar con frecuencia por un sofisticado sentido del arte, y en esta película, inspirada en la obra de pintores impresionistas, encontró base para su desarrollo.Gene Kelly, autor también de la coreografía, plasmó su talento de bailarín en otros momentos de la película: el divertido baile con los niños, su romántico encuentro con Leslie Caron, su juego para encontrar el color del decorado a partir de una rosa perdida... La anécdota es convencíonal, y no importa excesivamente: son las intervenciones musicales las que convierten Un americano eh París en una obra clave del género.

No todos esos números fueron, sin embargo, tan importantes. Pero todos los críticos quedaron cautivados por los restantes números y por la aparición de Leslie Caron. Fueron varios los oscar conseguidos por Un americano en París, entre ellos, naturalmente, los más importantes: a la película y al director.

Un americano en París se emite a las 22.30 por la primera cadena.