Hacienda espera aumentar este año la recaudación por retenciones sobre la renta en más de 250.000 millones

La nueva tabla de retenciones por el impuesto sobre la renta de las personas físicas se aplicará a los sueldos del próximo mes de junio, en vez de a los de mayo, como se había anunciado en principio. En total, Hacienda, carente de prisas por la buena marcha de los ingresos en lo que va de año, confía en que su recaudación por dicho concepto crezca durante el presente ejercicio en algo más de 250.000 millones de pesetas, hasta situarse en 1.075.000 millones. De los fraccionamientos de pago y de la cuota final que paguen los contribuyentes al presentar sus declaraciones con la liquidación pueden salir otros 84.000 millones de pesetas.

La demora en la entrada en vigor de la tabla de retenciones, aprobada hace una semana y media por el Consejo de Ministros, ha sido con firmada ante un grupo de empresarios por el director general de Tributos, Francisco Javier Eiroa. Al presentar los Presupuestos del Estado para 1983, el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, había anunciado que iba a ser sometida al Gobierno la semana siguiente para su inmediata aplicación.El actual período de presentación de declaraciones sobre la renta de 1982, con pago de liquidaciones, unido a la evolución de los ingresos fiscales, considerada satisfactoria por Hacienda, parecen haber sido motivaciones importantes para imprimir nuevamente lentitud a la medida. Los últimos datos disponibles indican que, a finales de marzo pasado, el recurso del Tesoro al Banco de España era de 147.030 millones de pesetas, frente a los 419.542 registrados en la misma fecha de 1982.

Ello ha sido posible, según fuentes de la Administración, debido a que la recaudación por impuestos directos ha crecido durante el primer trimestre un 34,5% y la procedente de impuestos indirectos un 49,4%. Se ha observado, no obstante, que la comparación está distorsionada por dos fenómenos principales. Por una parte, las empresas liquidan las retenciones del cuarto trimestre en el primero del año siguiente (unos 250.000 millones hasta marzo). Por otra, han sido regularizados los ingresos por impuestos sobre petróleos y sus derivados, que han pasado de 6.177 millones de pesetas a 60.313 entre los tres primeros meses de los dos últimos años. Según dijo el director general de Tributos ante un grupo de empresarios, la próxima tabla de retenciones, que aparecerá pronto en el Boletín Oficial del Estado y surtirá efectos desde junio, ajustará los tipos a las nuevas tarifas incluidas en el proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 19:33, aplicable a las declaraciones del próximo año. Añadió que el desfase entre retenciones y tarifas provocó el año pasado voluminosas devoluciones.En síntesis aproximada, la nueva tabla de retenciones, como sendas formas, las primeras superarán los 950.000 millones de pesetas, con incremento cercano a 225.000 millones, mientras las del capital quedarán en 125.000, con subida de poco más de 31.000 millones. Muy superior a estos crecimiento Cuevas. Resulta curioso constatar que e aumento de recaudación por re tensiones durante el año pasado (30,2% en trabajo y 28,9% en capital) se produjo a pesar de que lo ingresos totales por el impuesto fueron un 97 de los nrevistoque cada ejercicio puede haber tres clases de aumentos: las causadas sobre el mismo tipo por la propia subida de salarios, el paso de un tipo a otro mayor que entrañan algunas de estas elevaciones y, el aumento de tipos que ahora se producirá desde 1,3 millones. Las dos primeras han tenido efecto por el simple mantenimiento de la tabla del año pasado.

Disgusto empresarial

Medios empresariales han recibido con disgusto la nueva tabla de retenciones, por entender que, junto a las modificaciones anunciadas en el impuesto sobre sociedades o beneficios (en especial el anticipo a octubre próximo de 20.000 millones de pesetas que corresponderían a 1983), puede generar problemas de tesorería en algunas empresas. Como se sabe, las empresas liquidan las retenciones sobre las rentas de trabajo y capital al menos un trimestre después de practicarlas. Pese a las críticas suscitadas por la medida, la tabla en ciernes exigirá un mayor esfuerzo al trabajo en términos absolutos, como puede apreciarse en el cuadro adjunto de previsiones de Hacienda para el presente año. Aunque las retenciones esperadas sobre el capital crecen algo más en términos relativos, el fenómeno queda paliado por su menor aumento relativamente durante el año pasado. De todas formas, las primeras superarán los 950.000 millones de pesetas, con incremento cercano a 225.000 millones, mientras las del capital quedarán en 125.000, con subida de poco más de 3 1.000 millones.Muy superior a estos crecimientos será el de la cuota diferencial que pagarán los contribuyentes en el actual período de declaraciones. Pero ese 141,7% de expansión estará también distorsionado por el hecho de que el año pasado, debido al desajuste de tarifas en el año anterior, las cuotas diferenciales descendieron el 67,3%. Y ahora quedarán incluso por debajo de los. 67.165 millones de 1981. Las anteriores estimaciones sobre recaudación han sido calculadas por Hacienda partiendo de que este año los declarantes pueden aumentar un 4%, así como un incremento nominal del 10%, en los rendimientos esperados para el presente ejercicio. Pero, aunque otros factores introduzcan correcciones a la baja, la subida media de salarios pactados en lo que va de año es del 11,5%, según ha informado el secretario general de la patronal CEOE, José María. Cuevas. Resulta curioso constatar que el aumento de recaudación por retensiones durante el año pasado (30,2% en trabajo y 28,9% en capital) se produjo a pesar de que los ingresos totales por el impuesto fueron un 97% de los previstos (eran 894. 100 millones de pesetas). El 30,8% calculado para 1983, según fuentes de Hacienda, no es un porcentaje excesivo si se tiene en cuenta que el crecimiento de 1982 fue inferior al de 1981. Las mismas fuentes han destacado que la disminución del 9,2% en los fraccionamientos de pagos de 1982 se debió, en gran parte, a la pérdida de capacidad recaudatoria observada en el régimen de estimación objetiva singular.