La banca vuelve a pedir trato de igualdad en los coeficientes

Una llamada a que el Estado articule la competencia igual para todos los intermediarios financieros y una cierta autocrítica sobre el poder de innovación de la banca fueron los temas más significativos del segundo día de las X Jornadas de Intermoney. Ello, unido a la polémica sobre la mayor o menor efectividad del sector privado frente al sector público a la hora de generar inversión productiva.La liberalización del sistema financiero y sobre todo la aparición de sociedades e instituciones públicas y privadas en competencia con los bancos para captar una parte del ahorro que tradicionalmente iba a la banca, aunque no parece mal en general a los expertos de las entidades financieras, sí significa, en su opinión, imponer de hecho una competencia desleal. Para los bancos y, en mayor medida, para algunas cajas de ahorro, la actual normativa sobre coeficientes significa un cúmulo de ataduras a su libertad de acción que contrasta con las posibilidades reales que otras sociedades tienen para captar el ahorro privado.

La aparición del Estado como gran demandador de recursos ajenos con los que financiar el déficit del sector público no es sino una de las múltiples concreciones que los expertos financieros hacen de esta situación.

Por ello no extraña que algunos de estos expertos financieros señalen que la banca española no ha sabido estar a la altura de las circunstancias concretas de la economía. Las deficiencias del sector privado son cifradas por estos expertos en tres aspectos: incapacidad de innovación en cuanto a productos y servicios que necesitan los clientes; construcción y mantenimiento de una estructura muy costosa que incide en los precios de los servicios y productos financieros; falta de perspectiva para entender la creciente presencia del sector público, un mayor conocimiento por parte del público en general de las ofertas financieras y la aparición de nuevos activos e intermediarios.