ERT y sus acreedores bancarios pueden llegar a un acuerdo para la refinanciación de sus deudas en los próximos días
Unión Explosivos Río Tinto (ERT) y sus acreedores bancarios podrían llegar en los próximos días a un principio de acuerdo sobre la refinanciación de las deudas de la sociedad y el establecimiento de un plan de reestructuración de la empresa que exige el Ministerio de Industria como paso previo a la concesión de ayudas oficiales, si, como parece, se acepta un nuevo plan presentado por el presidente de la compañía, José María Escondrillas, a sus prestamistas el pasado viernes.
Este nuevo proyecto difiere del inicialmente presentado el pasado 17 de marzo, y que fue tajantemente rechazado por los acreedores, en que se incrementan de forma sustancial los tipos de interés a satisfacer por la deuda pendiente, que pasarán de la primera tabla que los situaba entre el 0% y el 4% a unos porcentajes que oscilarán desde el 7% para las de 1983 hasta el 15% a pagar en 1987, año en el que la compañía se ha comprometido a tener amortizada la totalidad de sus deudas actuales con las entidades de crédito, y que en estos momentos sobrepasan los 125.000 millones de pesetas. Junto a esto, en medios financieros se acepta la posibilidad de que los representantes de la Administración hayan aceptado estudiar la posibilidad de asegurar el riesgo de cambio en las deudas de ERT constituidas en divisas. En este sentido, se apunta que la paridad de referencia dólar/peseta que podría aceptarse por las partes interesadas sería la cotización del pasado 31 de marzo. Las desviaciones al alza que se produjesen a partir de esta fecha serían compensadas a los acreedores bancarios extranjeros por la Administración a través de descuentos en los tipos de interés a los que estas entidades toman fondos del Banco de España. A pesar de no tratarse de un acuerdo firme, en estos medios se insiste en que podría servir de referencia.
Postura firme
La impresión que existe en círculos financieros es que la firmeza mostrada por el ministro de Industria, Carlos Solchaga, al insistir ante la comisión de acreedores extranjeros en la necesidad de que se alcance un principio de acuerdo entre las partes interesadas -empresa y bancos- antes de que se comience a hablar de las ayudas a aportar por la Administración ha hecho reconsiderar sus planteamientos a varios de estos acreedores, hasta el punto de que, según fuentes solventes, en estos momentos las posturas reticentes al acuerdo prácticamente quedan circunscritas al Royal Bank of Canada y al Dresdner Bank.En la postura gubernamental, algunos representantes de los bancos extranjeros han querido ver una firme voluntad de no sentar precedentes innecesarios en unos momentos como los actuales, en los que a la Administración se le han venido encima, en un brevísimo espacio de tiempo, algunas de las crisis empresariales más importantes de la historia de nuestro país. Esto, en opinión de estos mismos círculos, es una buena razón para pensar que el Ministerio de Industria no va a ceder fácilmente en su postura, y mientras, la situación de la empresa puede empeorar sustancialmente si no se llega rápidamente a un acuerdo.
Bajo esta óptica, se aceleraron las negociaciones, llegando a celebrarse reuniones de 14 horas seguidas entre banqueros y representantes de ERT, en un claro intento de llegar a un punto de acuerdo que permitiese superar el actual impasse. Los últimos estudios sobre la evolución de la tesorería y el cash-flow (beneficios más amortizaciones) generado en las últimas semanas, presentados por los colaboradores de José María Escondrillas, hicieron ver a sus acreedores la necesidad de avanzar a marchas forzadas en las negociaciones. Hasta el pasado 30 de marzo, la sociedad contaba con una línea de descuento de papel comercial por un importe de 10.000 millones de pesetas, que le permitía hacer frente a sus necesidades más perentorias. Con la no renovación de esta línea extraordinaria de ayuda se acentuaron sensiblemente los problemas de liquidez de ERT.
Uno de los puntos más conflictivos de la negociación, el tipo de interés a aplicar a la deuda pendiente, fue abordado por los representantes de la empresa con un argumento de notable peso: el devengo de intereses a los tipos contractuales -en torno al 18,5%- representaba un incremento en el endeudamiento de ERT del orden de los 60 millones de pesetas diarios. A partir de aquí, se decidió establecer los tipos antes citados, y se acordó que la empresa continuará devengando intereses ordinarios por sus deudas hasta el próximo 15 de mayo, fecha en que los negociadores esperan haber conseguido un acuerdo definitivo.
Otro aspecto importante del acuerdo se refiere a la desinversión en activos del grupo. En este sentido, se continúa estimando que ERT puede llegar a materializar unos 25.000 millones de pesetas en los próximos tres años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.