Diáspora compleja

La mayoría obtenida por UCD en las pasadas elecciones municipales de 1979 ha obligado, ante la cita electoral del 8 de mayo, a buscar a sus militantes acomodo en otras formaciones. Aunque en su testamento final la dirección del partido centrista recomendó la conveniencia de que sus hombres se enrolaran en las filas del Partido Aragonés Regionalista (PAR), no son muchos los que se creyeron en la obligación de cumplir esta última consigna. Los más fieles optaron por retirarse de la política (alcalde de Sabiñánigo, Antonio Ferrer). Otros pasaron al PAR, los menos y en localidades pequeñas. El trasvase mayor lo recibió la coalición AP-PDP-UL. Con ella coquetearon los alcaldes de las tres principales ciudades donde tenía mayoría UCD, adoptando una decisión de última hora en todos los casos: José Antonio Llanas, de Huesca, aceptó primero, renunció después y se reenganchó nuevamente a 48 horas del plazo límite. Esteban Viñola, alcalde de Barbastro, era seguro en la lista hasta la víspera de la presentación de candidaturas, en que optó por retirarse. Armando Abadía, alcalde de Jaca, tras deshojar largo tiempo la margarita, se decidió por encabezar la coalición de derechas. Los tres candidatos han sido alcaldes en tiempos de Franco. La falta de infraestructura del PAR en la provincia de Huesca, donde sólo contaba con cinco concejales en 1979 y sin el menor asentamiento, favoreció a la coalición de derechas, una vez fracasado el intento de ir juntas ambas formaciones, como ya ocurrió en las generales.