Suaves entrenamientos de la selección

La actividad de la selección nacional de fútbol durante la jornada de ayer puede calificarse de suave y escasa. Por la mañana todos los seleccionados por Miguel Muñoz realizaron un entrenamiento de 90 minutos de duración consistente en preparación física, el clásico partidillo entre ellos, para finalizar con ducha y masaje. En dicho entrenamiento tomaron parte las tres dudas del seleccionador. Goikoetxea, Rincón y Víctor. El partido de entrenamiento fue presenciado por unos 50 espectadores. Después de comer, y tras una cumplida siesta, la selección se fue al cine y vieron la película Ofical y caballero.

En uno de los bandos que disputaron el partido de entrenamiento figuraron Camacho, Miera (el ayudante de Miguel Muñoz), Nimo, Bonet, Víctor, Gordillo, Señor y Goicoetxea; en el otro, los restantes jugadores: Buyo, Juan José, Gallego, Santillana, Carrasco, Maceda, Rincón y Marcos. Arconada, que llegó ayer a la concentración, a la hora de la comida, no intervino en el entrenamiento.Jorge Guillén, el médico de la selección española, indicó que Goicoetxea se encuentra a un 80% de su estado físico normal y que está muy mejorado ya de la contractura en un muslo. A partir del domingo se asegura que Miguel Muñoz podrá contar con el jugador bilbaíno en plenas condiciones.

Para mañana, Miguel Muñoz tiene prevista una jornada semejante a la de hoy y, según parece, el domingo intensificará ya la preparación de sus hombres. Por la tarde a las siete disputarán un partido en La Romareda entre dos formaciones, una de las cuales será presuntamente el once titular, mientras que la otra estará formada por los presuntos reservas a quienes reforzarán jugadores de los conjuntos inferiores del Real Zaragoza.

Muñoz tiene previsto celebrar mañana un partido de entrenamiento en el campo de La Romareda, escenario del encuentro del próximo miércoles, ante la República de Irlanda. Se espera que a este partido de entrenamiento asista un buen número de aficionados, ya que se celebrará a puertas abiertas, como ya sucedió en Sevilla y Madrid.