Comenzó el 'show'

La Vuelta a España-83 sirvió ayer para poner el deporte de la bicicleta español al mejor nivel europeo. Fue un principio de revival que parecía imposible en los últimos y lamentables años. La presencia de figuras de todo tipo, no sólo ciclistas, salva ya, con toda justicia, las sonrojantes comparaciones pasadas con pruebas como el Tour o el Giro, a años luz en tiempos recientes. Hinault o Saronni son la atracción primaria, pero el show está también en el despliegue de contratados, señuelo de los curiosos del deporte-folklore. Así está montado el ciclismo profesional de elite. Con Bibi Andersen o Angel Nieto en las entretelas, por ejemplo.El nivel de la Vuelta había caído tan bajo, que pruebas coincidentes en el calendario, de mucha menor entidad histórica y de fechas, presentaban muchísimo mejor plantel de participantes. La Vuelta actual, con imágenes en directo, pero ya con cámaras situadas en motos y un helicóptero, retrotrajo al aficionado a los tiempos casi heroicos de Julio Jiménez en el Tour. Pese a ser sólo una contra reloj individual, sin el interés de la lucha conjunta, la espera de las imágenes de los últimos kilómetros de cada etapa en directo, como en las grandes rondas, es un auténtico soplo de aire fresco que RTVE -sí, es verdad- al fin da.

Lo de menos, tras la etapa prólogo de trámite, fue la sorpresa de que el viento permitiera a Hinault justificarse de no llevar el maillot amarillo desde el principio. Es igual, así no se cansará, lo tendrá un gregario y se repartirá lo mismo el dinero entre el equipo.