El Papa nombra a Ángel Suquía sucesor de Tarancón en la diócesis de Madrid
La Santa Sede hizo ayer públicos los nombramientos del arzobispo de Santiago de Compostela, Ángel Suquía, como sucesor del cardenal Tarancón en la diócesis de Madrid-Alcalá, y del obispo Ramón Torrella, actualmente vicepresidente del Secretariado para la Unión de los Cristianos, con sede en el Vaticano, para reemplazar en la diócesis de Tarragona al arzobispo Josep Pont i Gol.
Ambos nombramientos han estado precedidos de tensiones intraeclesiales, en una batalla por controlar puestos tan importantes como la diócesis de la capital de España y la presidencia de la Conferencia Episcopal Catalana. Quedan todavía por cubrir las vacantes de la diócesis de Vich, Santiago de Compostela y el vicariato general castrense.En el nombramiento de Ángel Suquía, considerado como un hombre conservador tanto en el terreno de las costumbres como en el de la doctrina y la política, parece haber jugado un papel importante el actual nuncio del Vaticano. La trayectoria del obispo Ramón Torrella, designado para ocupar la diócesis de Tarragona, parece responder a las tensiones generadas en Cataluña a la necesidad o no de nombrar obispos catalanes para las diócesis de esa autonomía. Hombre de origen. progresista, desde 1970 había desempeñado distintos cargos en Roma, donde fue colaborador de Pablo VI.
Por otra parte, ayer se celebró en el palacio de la Moncloa la primera reunión oficial entre representantes del Gobierno y de la jerarquía eclesiástica para estudiar la aplicación de algunos aspectos de los acuerdos suscritos por el Gobierno español con la Santa Sede en 1979.
A la reunión, presidida por el vicepresidente, Alfonso Guerra, asistieron también los ministros de Educación y Justicia, y por la Iglesia católica, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el secretario y el titular de la Comisión de Enseñanza.
La entrevista se celebró en un tono distendido y amable, según Alfonso Guerra.
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