Olímpico alcaldable

La noticia de que el señor Verstrynge, candidato por AP a la alcaldía de Madrid, pretende organizar en dicha ciudad la Olimpiada de 1992 motiva la presente, que, quizá, yo titularía Olímpico alcaldable.Que los señores Núñez y De Carlos, entre otros, nos tengan acostumbrados a fomentar el enfrentamiento entre ciudadanos con fines particulares es ya tan usual que a pocos sorprende el lamentable espectáculo.

Lo del señor Verstrynge parece más grave. Quien aspira a representar a una ciudad como Madrid ha conseguido elevar a nivel político lo que hasta ahora era cosa de forofos fútboleros.

Capitalizar el odio inconsciente, las rivalidades entre pueblos de un mismo Estado, para conseguir culminar su ascensión política es maquiavelismo barato, frío marketing oportunista carente de ética patriótica. Su partido aboga por un país unido y en concordia. Enhorabuena por tener la delicadeza de mostrarnos su verdadera motivación, la de tantos: el poder. Para vivir a costa de los contribuyentes, y especialmente si hay que representarlos, es necesario quedar al margen de ciertas cosas y prescindir de algunas técnicas. No se trata de utilizar, es necesario apoyar a las personas si se quiere mejorar la sociedad. Creía que para todos lo esencial era conseguir la Olimpiada para España.

¿Le recuerda a usted, a su partido, algo la frase: "España es lo único importante"? /