Mueren tres reclusos en el incendio provocado por uno de ellos en el depósito judicial de Sagunto
Tres personas muertas y otra en estado de coma profunda es el trágico balance del incendio provocado por uno de los cuatro detenidos que se encontraban en el depósito del Juzgado de Primera Instancia de Sagunto, localidad próxima a Valencia. Las víctimas son Daniel Cebrián Motilla, de 43 años, y José Manuel Palacios y Óscar Bernardo Cuenca, ambos de 16 años. El cuarto preso del depósito, Germán Miguel Trujillo, de 23 años, se debatía entre la vida y la muerte esta madrugada. Fuentes médicas diagnosticaron a esa hora su estado de coma neurológico.Según versión de los hechos facilitada por el Gobierno Civil de Valencia, en torno a las 19,15 horas de ayer, Daniel Cebrián empezó a chillar y a insultar al policía municipal que cubría la función de vigilancia, anunciándole que se iba a matar porque no soportaba más el estar encerrado en dicha dependencia carcelaria.
Una hora después de estas amenazas y muestras de descontento y escándalo por parte del citado preso, el policía municipal que se encontraba de vigilancia tuvo que ausentarse unos minutos del calabozo para dar cuenta de un incendio que se estaba produciendo en la montaña del castillo romano que preside el municipio de Sagunto. El depósito judicial no cuenta con comunicación telefónica alguna por lo que debió desplazarse a un teléfono del exterior y dejar por unos minutos el recinto sin vigilancia.
Durante este margen de tiempo, Daniel Cebrián amontonó las colchonetas y todo el material combustible que se encontraba en la puerta de su celda, y, después de cerrar las ventanas, prendió fuego a la pira de enseres que había levantado. Cuando se pudo penetrar en el interior del recinto carcelario, el recluso Daniel Cebrián ya se encontraba muerto y los otros tres detenidos en estado muy grave.
Los dos jóvenes murieron poco después de su ingreso en la residencia sanitaria de Sagunto, a donde fueron trasladados urgentemente, mientras Germán Miguel, Trujillo, el cuarto recluso, permanecía en estado de coma.
Daniel Cebrián, delincuente habitual contra la propiedad, que se encontraba pendiente de traslado al centro penitenciario provincial de Valencia, era una persona de fuerte complexión física, que oponía resistencia constantemente. Perteneció a la Legión Francesa y había nacido en Requena, municipio valenciano, aunque, al parecer, tenía fijada su residencia últimantente en Sagunto.
Era la tercera vez que le habían detenido, por atentar contra agentes de la autoridad durante la vista de un juicio. Las dos primeras detenciones fueron por hurto y resistencia a miembros de las Fuerzas de la Seguridad del Estado.
José Manuel Palacios y Óscar Bernardo Cuenca estaban en el depósito del juzgado con carácter preventivo, en espera de diligencias judiciales, acusados de robar material escolar en un colegio de la localidad de Sagunto. Al parecer, su permanencia en el depósito se había prolongado con motivo de las fiestas de Semana Santa.
El hecho ha producido una enorme impresión en la ciudad de Sagunto así como en los centros penitenciarios de la región valenciana. Los acontecimientos transcendieron informativamente a partir de las once de la noche.
A partir de ese momento fueron numerosas las llamadas telefónicas recibidas en el Gobierno Civil expresando su preocupación por conocer el origen y las consecuencias del hecho, que, inicialmente, resultaron enormemente confusos por la dificultad para reconstruir las diversas fases del siniestro. Estas llamadas procedían del Ministerio del Interior, de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y de otros organismos oficiales, tanto de Madrid como del País Valenciano.
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