Todos reconocen la superioridad del vencedor
Las declaraciones de los protagonistas después del encuentro fueron a cual más comedida y hasta cordiales para los rivales. El triunfo inapelable del Barcelona fue reconocido por todos los contendientes sin ningún género de duda. Hasta el alcalde de la ciudad anfitriona, Luis Riera, que se había declarado reiteradamente simpatizante del Madrid, felicitó al final al vicepresidente barcelonista Nicolás Casaus y elogió la superioridad azulgrana.Pese a la enorme afluencia de público que registró el Palacio de los Deportes, el ayuntamiento ha perdido 300.000 pesetas porque decidió no vender 600 entradas, para evitar aglomeraciones excesivas. No hubo problemas a la entrada, aunque se sospecha que se colaron un buen número de espectadores. A las 15.00 horas, cuatro horas antes del comienzo del partido, comenzó a llegar el público y no hubo excesivas aglomeraciones porque la entrada fue escalonada y apenas hubo curiosos en busca de entradas después anunciar la inexistencia de papel.
En el interior del palacio el ambiente fue apasionado, pero no se extralimitó casi nunca. Sólo hubo la quema de una bandera barcelonista y algún conato de enfrentamiento entre aficionados que no pasó de ahí.
El Real Madrid tuvo a la mayoría de los espectadores a su favor, tal y como se esperaba. Utilizaron los fuegos artificiales para dejarse ver, en tanto que los seguidores azulgranas, menos numerosos pero igual de entusiastas, se valieron de los bombos y las carracas para apoyar a su equipo.
Los entrenadores se mostraron absolutamente conformes con el resultado y comparecieron ante los periodistas muy serenos. Lolo Sáinz criticó la actuación arbitral, señalando que a falta de siete minutos un equipo que basa su juego en la defensa no puede tener tres personales nada más y que después se le piten unas cuantas más sin sentir. No obstante reconoció la superioridad del Barcelona y añadió que estaba decepcionado y que en la derrota habían influido pequeños factores, pero no los explicó. Antonio Serra consideró el triunfo como el fin de un equilibrio que se ha venido manteniendo en las cuatro últimas temporadas y dijo que su equipo había sido mejor sobré la cancha en todo momento y que dedicaba el triunfo a los seguidores que se habían desplazado hasta Oviedo tras un largo viaje y había apoyado al club en un ambiente claramente adverso.
El presidente del Madrid, Luis de Carlos, felicitó al Barcelona por su victoria, aseguró, en contra de la opinión de su entrenador que Ios árbitros no habían influido en absoluto en el resultado" y se congratuló del apoyo que le habían mostrado a su club la afición asturiana. Por su parte, el vicepresidente del Barça, Nicolás Casaus, que representó a José Luis Núñez, aseguró "que ha sido una final digna con un vencedor también digno en el Barça. Se ha conquistado un título difícil pero creo que hemos sido superiores". También el seleccionador nacional, Díaz Miguel, consideró el resultado justo.
