Discreto optimismo y mejoras generalizadas

La primera semana bursátil del mes de abril ha comenzado dentro de un ambiente genéricamente positivo, de acuerdo con los pronósticos que habían avanzado los especialistas durante el largo fin de semana pasado. Las empresas de alimentación, químicas, las constructoras y los bancos protagonizaron avances de cierta consideración en sus cotizaciones respectivas, que a pesar de todo no terminaron de satisfacer por completo a los operadores por la escasa cantidad de títulos que fueron necesarios para generarlos.Esta impresión se extendía al cierre de las operaciones entre una buena parte de los asistentes habituales a las sesiones del mercado madrileño, quienes hacían un especial hincapié en la ausencia prácticamente total de las nuevas órdenes que se esperaban con una cierta ansiedad tras el paréntesis de las vacaciones de Semana Santa a las que se sumó la huelga de los empleados de banca, que de alguna forma debería haber contribuido a embalsar las órdenes cursadas el fin de semana anterior.

Sin embargo, en la Bolsa de Barcelona no parecían hacer mella estas consideraciones. Su índice general se colocó a la cabeza de las mejoras, registrando un avance de 1,81 puntos y la reunión se desarrolló dentro de unos cauces optimistas, donde incluso se pudo apreciar una discreta acumulación de órdenes de compra que permitía mantener al cierre de la sesión la presencia de algún dinero selectivo que se centraba especialmente en los valores que habían registrado una mayor progresión alcista durante la jornada.

Por sectores, la mayor consistencia por parte de la demanda pareció corresponder al grupo bancario, cumpliéndose así los pronósticos de los iniciados. No obstante, en ningún momento se pudo hablar de una insistente presión compradora, y para dar prueba de ello basta citar el ejemplo del Banco de Bilbao, que encabezó las mejoras en la bolsa madrileña, con una subida de ocho puntos a la que respaldaron tan sólo 11.387 títulos como saldo comprador, con independencia de las operaciones que pudieran cruzarse por fuera de los circuitos preestablecidos, si es que llegó a cruzarse alguna.

Y si Bilbao era quien encabezaba el ranking particular del sector bancario, quiere decirse que el resto de sus compañeros andaban aún algo peor. Concretamente Banesto, mejoraba seis puntos, apoyándose en 9.230 acciones de signo comprador, mientras que Vizcaya y Central sumaban cuatro nuevos puntos, contando para ello con unas 6.400 acciones y 5.255 títulos cada uno.

Saldos negativos tan solo presentaron Santander e Hispano, quienes repitieron sus precios anteriores. Los saldos tampoco fueron en este caso abrumadores. Algo menos de 5.000 títulos era la diferencia negativa presentada por el Hispano, y 8.703 títulos tenía el Santander pendientes de encontrar contrapartida compradora. Del aceptable ambiente en el que se desarrolló la reunión también puede dar una idea el hecho de que Huarte, Hidroeléctrica del Cantábrico, y Finanzauto consiguieron recuperar íntegramente los dividendos que descontaron, llegando incluso los dos primeros a mejorar sus cotizaciones con relación al precio anterior de sus títulos.