Los montañeros murcianos superan el récord de permanencia en pared
José Luis García Gallego y Miguel Ángel Díez Vives, los montañeros murcianos que en la actualidad se encuentran abriendo una nueva vía en el Naranjo de Bulnes, han superado el récord mundial de permanencia en pared al ser hoy el 29º día consecutivo que llevan en la cara oeste. Sin embargo, todavía se encuentran dentro de la hamaca, a unos 210 metros de altura, sin poder salir a causa del fuerte temporal de nieve. Mientras tanto, dos miembros de la cordada de apoyo están en Arenas de Cabrales, esperando a que se pase la borrasca para subir al refugio de Urriello, donde se encuentra un compañero, con el fin de atender las necesidades de los escaladores, con los que se comunica por radio.
Aunque la escalada está paralizada a causa de la fuerte tormenta de nieve y viento que azota a la cordillera Cantábrica, con temperaturas inferiores a los quince grados bajo cero, la cordada murciana ha batido el récord mundial de permanencia en pared al cumplirse hoy el vigésimo noveno día desde que comenzaron la ascensión. El anterior récord lo ostentaban unos escaladores californianos con 28 días.En la actualidad, José Luis y Miguel Ángel llevan seis días, desde el pasado jueves, dentro de la hamaca -cuya protección de goretex debieron cambiar por una nueva al romperse a causa de una piedra desprendida de la pared-, a unos 210 metros de altura. Esperan que se calme el mal tiempo para poder seguir progresando. Su moral es buena y su estado fisico también, lo cual dice mucho de la preparación, en todos los sentidos, de los montañeros de la llamada escuela murciana, cuyo iniciador fue Miguel Ángel García Gallego.
De Miguel Ángel, más conocido como El Murciano, se comenzó a hablar cuando, en 1973, realizó la invernal de la oeste del Naranjo con el desaparecido José Ángel Lucas , casi a la vez que la cordada formada por Pedro Antonio Ortega El Ardilla y César Pérez de Tudela. Luego, en Murcia, se llevaba a escalar con él a los más jóvenes, enseñándoles y dándoles seguridad, demostrándoles que los que miraban, como a ídolos eran tan humanos como ellos.
En 1977, Miguel Ángel, junto a otros montañeros de la llamada escuela murciana, marcó un importante hito internacional al escalar la cara norte del Lavaredo, en Los Dolomitas, que, según los expertos de los Alpes, era prácticamente imposible. Sin embargo, se impuso la práctica de los escaladores murcianos sobre roca descompuesta, ya que sus zonas de entrenamiento tienen zonas de roca calcárea y tierra compactada.
La idea básica de la escuela murciana sería la de ir abriendo vías, nuevas, en vez de repetir las que otros han abierto, lo cual es un aspecto creativo. Igualmente, impera en sus escaladas un gran espíritu de sacrificio por la dificultad de los proyectos, aunque ellos no le dan importancia al disfrutar con esta actividad. El año pasado, los cuatro hermanos García Gallego, abrieron en Yosemite (Estados Unidos) una nueva vía en El Capitán, denominada Mediterráneo. Sorprendió a los lugareños su dificultad.
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