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Pes Perez: "En el campo no veo nombres, sólo dorsales"

Donato Pes Pérez, el polémico árbitro aragonés, se considera halagado porque el comité de designación haya vuelto a acordarse de él para dirigir el llamado encuentro del año, el del próximo sábado en el Camp Nou, entre el Barcelona y el Real Madrid. Pes Pérez siempre dice que "el partido más importante de la jornada es el que yo dirijo". Para él, el Barcelo-Real Madrid no es una papeleta incómoda: "En el campo yo no veo hombres ni nombres, yo veo dorsales".

A este árbitro maño no le violentan los intereses que hay en juego detrás de los noventa minutos de azulgranas y madridistas. "Desde luego, soy consciente de que ambos conjuntos se juegan mucho. La Liga puede depender, en gran medida, del resultado final de este partido. Pero eso a mí no me influye en absoluto. Mi obligación es aplicar el reglamento, y éste es estricto. Mi mayor deseo, por supuesto, es no equivocarme en ningún momento, hacerlo todo a la perfección, no defraudar al comité de designación, que ha depositado su confianza en mí"."Ninguno", responde con frialdad cuando se le pregunta cuántos Barça-Madrid ha dirigido: "Este será el primero". Y niega, con rotundidad, que ese ambiente que rodea al Camp Nou en los partidos estrella pueda influirle. Él sabe que dentro de tres días cien mil voces, cien mil gritos, doscientos mil ojos vivirán por y para disfrutar lo que suceda en el campo, y que él lleva parte en la rifa de culpabilidades si lo que pasa en el terreno de juego no satisface a los aficionados. "Ya llevo veinte años arbitrando con todo tipo de ambientes. A mí, el público no me influye lo más mínimo".

Hace años, se comentaba con ambigüedad el valor de los árbitros para expulsar del Camp Nou a su líder, a Cruyff. Ahora el número uno, la estrella, se llama Maradona. "¿Que si sería capaz de expulsar a Maradona en el Camp Nou? Por supuesto. Si se hiciese acreedor a la tarjeta roja, no lo dudaría un segundo. Ponerlo en cuestión sería tanto como dudar de mi honradez como árbitro. Yo, en el campo, no veo hombres ni nombres: veo dorsales".

Alfredo di Stéfano, hace ya algún tiempo, comentó que Pes Pérez era un provocador. El colegiado asegura que no existen rencores; todo está almacenado en el cesto de las anécdotas. "Con nosotros ocurre eso que, muchas veces, dicen los entrenadores a sus jugadores: cuando se termina un partido, hay que olvidarlo y pensar en el siguiente. Un árbitro no. puede ser rencoroso. Aquellas declaraciones, si es que se produjeron en esos términos, por mi parte están ya completamente olvidadas. En su momento, ya señalé todo lo que tenía que decir al respecto y lo remití al Comité de Competición".

Al aficionado se le plantea en ocasiones cuál es la preparación mental del árbitro antes de un partido. ¿Llevará alguna idea preconceciba para dirigirlo, pitará todo, aplicará la ley de la ventaja? "Eso sale sobre la marcha", responde. "Nunca llevo una idea preconcebida. Es el comportamiento de los propios jugadores el que te indica. Se decide en décimas de segundo. Los jugadores deben ser conscientes que, con su actitud, facilitan o dificultan la labor arbitral. Su comportamiento correcto o incorrecto es el que decide. Los árbitros, sencillamente, aplicamos el reglamento".

"Yo deseo que los jugadores se comporten con corrección. Me gustaría que ofrecieran un buen espectáculo, para que el público en ningún momento se sienta decepcionado". Esa es la petición de Pes Pérez a los profesionales del balón. ¿Televisión, sí o no? "Como dicen que soy algo marchoso, prefiero que se televise. Así hay más ojos para ver todo lo que ocurre".

El árbitro del Barcelona-Real Madrid, es, por definción, parte de la flor y nata de la especialidad. Pes Pérez aún no es internacional, y tampoco sabe cuándo se adornará con ese honor. "Últimamente me plantean muchas veces esta cuestión. Lógicamente, no lo sé. Somos veinticinco colegiados los que estamos esperando, pero la FIFA sólo autoriza siete por país. Si los siete españoles lo están haciendo bien, no hay motivos para sustituirles. Tendría que ocurrir algún imprevisto. De momento, no es nada fácil alcanzar la internacionalidad."

Tranquilo, sin precipitarse nunca en las respuestas, con un amago de sonrisa en el rostro, Donato Pes Pérez espera el encuentro del sábado, en el Camp Nou, con serenidad. No parece haberle afectado lo más mínimo su designación para dirigir el partido del año. El Camp Nou tiene para él muy buenos recuerdos: dirigiendo un Barcelona-Sevilla pitó un fuera de juego. Décimas de segundo después vio a tres jugadores andaluces situados más atrás, que anulaban el off-side. Tras un significativo gesto de disculpa, reconoció su error y señaló un bote neutral. El público le tributó una gran ovación.

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