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Expo / Ocio-83, un abigarrado bazar de productos, ideas y posibilidades para el empleo del tiempo libre

El ciudadano español necesitaría disponer de muchas vidas dedicadas tan sólo a su propio placer y de inmensos recursos económicos para poder disfrutar plenamente de los más de 30.000 artículos que, desde el pasado 12 de marzo y hasta mañana, domingo, abarrotan el recinto ferial de la Casa de Campo. Expo / Ocio-83, la feria más visitada por los madrileños, es un inmenso zoco de cinco kilómetros largos de recorrido, donde, en cuatro pabellones y 1.600 puestos, se pregona la misma idea. "Juegue, viaje o haga chapuzas caseras, pero no consuma todo su tiempo libre delante del televisor".

Vicente Cámara es un cordobés de 23 años que dice ser el primer y único cowboy urbano de España, el auténtico Travolta de este rincón del universo. Para demostrarlo, Vicente se sube a un búfalo mecánico, le da a una palanca y la fiera empieza a saltar, cabecear, cocear y dar vueltas como una verdadera res enloquecida El jinete cordobés se siente entonces como el protagonista de un rodeo tejano y agita el sombrero y lanza entusiastas aullidos: "Yuuuju. Vamos allá. Yiiiipi". Pero el combate es desigual y, finalmente, Vicente da con sus huesos sobre un mullido colchón de goma. La concurrencia ríe y aplaude entonces con verdadero entusiasmo. Y así, con este espectáculo que hace furor en las discotecas norteamericanas, el visitante entra en el universo de Expo-Ocio 83.En su séptima edición, la feria del tiempo libre se ha convertido en un gran bazar donde puede comprarse desde un aparato que limpia simultáneamente ambos lados de un cristal, hasta un yate de fábula. Todo, absolutamente todo, vale para luchar contra el tedium vitae, o al menos así lo entienden los organizadores y expositores de esta muestra, que el año pasado atrajo a medio millón de personas y ahora puede batir su propia marca. Por ejemplo, el extraterrestre creado en el cine por Steven Spielberg, ET, está presente en el recinto ferial de la Casa de Campo en forma de llaveros de goma y muñecos a los que se les encienden los ojos y el dedo índice de su particular mano derecha. Y, claro, casi nadie resiste la tentación de llevarse a casa al monstruito, especialmente los niños.

Los niños son importantes protagonistas de la feria. Se les ve sueltos, correteando por los pasillos, cargados de folletos, mientras sus padres les ordenan que no toquen los productos expuestos, o en grandes manadas conducidas por preocupados maestros. Todos los días se acerca a Expo-Ocio algún colegio de Enseñanza General Básica. A los chavales lo que más les gusta son los videojuegos, y contra ese signo de los tiempos lucha Juan José Arnedo, un joven artesano juguetero. Arnedo tiene en el recinto ferial un puesto donde expone tíovivos, norias y marionetas de madera, y donde también imparte magisterio a cualquier pequeño aprendiz de artesano que se le ponga a tiro.

Deportes y cultura

El pabellón dedicado a los deportes es el preferido por los muchachos, entre otras cosas porque pueden dar una vueltecita en velomotor por un recinto instalado a propósito o disparar con un magnífico arco olímpico. Al lado de estos entretenimientos está el complejo instalado por el Ministerio de Cultura. Allí hay siempre alguna actuación de jóvenes grupos de teatro y baile, un telar, un taller de cerámica y una muy llamativa exposición de antiguas cámaras y proyectores de cine. No faltan la linterna mágica y el zootropo, pero la pieza divertida es uno de aquellos proyectores de cine que usaban películas de papel cebolla.Llegar a conocerse a uno mismo parece ser una de las más serias preocupaciones de los adultos de nuestro tiempo. Tal vez por eso son especialmente visitados un stand que ofrece estudios gráfológicos de la personalidad mediante ordenador y el que anuncia que "un chequeo puede salvarle la vida". En Expo-Ocio, ya se ve, caben las más insólitas propuestas, hasta la oferta de una mandíbula de tiburón. Y es que, en definitiva, esta muestra no es, sino un importante esfuerzo comercial por cambiar el modo en que los españoles gastan su tiempo libre.

Hágalo usted mismo

Todas las encuestas realizadas al respecto concluyen que entre el 70% y el 80% de los mayores; de edad pasan la mayor parte de su ocio ante la pantalla del televisor. Los varones adultos optan, en segundo lugar, por la práctica contemplativa de espectáculos deportivos, y en cuanto a los jóvenes de ambos sexos, prefieren el copeo y el baile en discotecas. El bricolaje, piensan los promotores de la feria, puede ser una alternativa a esta: situación.Un desatascador de tuberías está siendo uno de los productos más solicitados por los asistentes al Primer Salón Internacional del Bricolaje, que este año ocupa el inmenso Palacio de Cristal y complementa el certamen del tiempo libre. Sin embargo, nadie puede comprar el aparato, porque está de muestra. Lo que sí que se vende son toda suerte de taladradoras, serradoras, brochas y herramientas de jardinería, porque el "hágalo usted mismo" parece estar incorporándose a la cultura doméstica de los españoles.

Y si tras recorrer los cientos de casetas dedicadas al arte de una buena chapuza, el visitante no está completamente agotado, aún puede ver el pabellón de náutica, música y aviación. Allí la sofisticación, el lujo y también los precios se disparan. Una de las novedades de la presente edición de Expo-Ocio en este campo es un avión monoplaza, un ultraligero de cincuenta kilos de peso, que puede alcanzar velocidades de ochenta a noventa kilómetros por hora. Pero, como el tiempo libre puede llenarse de las maneras más inverosímiles, en la misma muestra que presenta esta maravilla de la navegación aérea Miguel Angel Díaz, un madrileño de 22 años, intenta captar nuevos adeptos para la colombofilia, la pasión por las palomas mensajeras. Cuando sale del recinto ferial de la Casa de Campo, el visitante no puede hacer otra cosa que confirmar lo que ya sabía acerca de que sobre gustos no hay nada escrito.

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