El incierto futuro de tres 'chicas Bond'
Anita Loos decía que los caballeros se enamoran de las rubias pero se casan con las morenas. Y eso ocurre con Jeanine Andrews, Carolyn Seaward y Suzanne Jerome, tres chicas británicas que hacen compañía al último James Bond de Roger Moore, Octopussy. Las tres adoran la percha del agente 007, pero, al final, éste les dice un galante adiós. Las tres son rubias, las tres debutan en el cine y las tres se dejan llevar por la fugaz popularidad que da pertenecer a la corte de Bond.
Carolyn tiene en su currículo el haber sido miss Inglaterra. Tal galardón, y optar por el cetro universal, le supuso trabajar dos años para la organización de miss Mundo, y, capeando la rivalidad existente, para el grupo que busca, cada año, una miss Universo. Carolyn asegura que los campeonatos de guapura son juego limpio y que gana la que más vale. Ahora, a sus veintidós años, ha sido una de las escogidas por James Bond. Aquí sí que no eran compatibles Sean Connery y Roger Moore, ya que ambos, por cuenta de distintas productoras, han rodado sendas películas sobre el personaje. "El Bond de Roger Moore es más comprensivo con las mujeres", dice, aunque lamenta su fatal lema: primero amarlas y luego dejarlas. Carolyn, que no sabe si esa imagen de chica Bond es buena OO mala para su futuro, publicará próximamente un libro sobre defensa personal para mujeres. "Así sabrán defenderse de los bonds que hay por el rnundo".Suzanne es la más alta y corpulenta del terceto. La película transcurre en un circo y los productores buscaban a una dama corpulenta, de cien kilos, que supiera al mismo tiempo levantar pesas y encandilar a la rnasculinidad circundante. En vista de que no existía química posible que diera con la receta, optaron por la belleza, más o menos frágil, de Suzanne. "Era imposible que Bond se enamorara de una chica gorda". Suzanne, que salió de los cabarés londínenses, no sabe cómo le irá después de Octopussy.
Serie de televisión en Barcelona
Jeanine Andrews era modelo publicitario y quiso probar suerte con la canción. "Pero en Gran Bretaña, si eres modelo, más vale que no pienses en ser cantante", y grabará en Japón, donde, parece ser, no tienen tantos miramientos con el pasado de los vocalistas. Jeanine no ve nada malo en ese personaje de Ian Fleming creado por la sociedad de la opulencia, una sociedad que defiende y disfruta consumiendo coches, insólitas maquinarias asesinas y ... mujeres. "A todas nos gusta ver un caballero guapo y fascinador que vive sus aventuras con un gran s entido del humor".Las tres mozas están, ahora, en Barcelona perpetuando su papel de chicas Bond. Una productora privada de televisión las ha contratado para protagonizar un capítulo de la serie Nieve, cota 3.000. El argumento va de que unos maléficos personajes raptan al trío. Roger Moore, sin embargo, no se dignará rescatarlas y puede ser trágico ese olvido, tanto para los personajes como para ellas.
James Bond, en 0ctopussy, ya no se enfrenta al Doctor No o a Goldfinger, no tiene que vérselas con hombres ni con oscuros manejos de la guerra fría. De la misma manera que se ha despolitizado la trama, sus principales enemigos llevan faldas, ya no son simples instrumentos de seducción fatal. En este caso, el malo es Maud Adams. Por ello, el coro de chicas Bond puede estar en ambos frentes, todo el rato o, sólo, al principio. Corno les ocurre a Jeanine, Carolyn y Suzanne quedan cautivadas por el superagente, tanto por su planta como por su peculiar y sugestiva manera de entender la vida y el amor, siempre fugaz.
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