El 53% de los franceses votó a la derecha

Además de la lucidez del sufragio de los franceses, quienes aparecen como los auténticos vencedores de estas elecciones, el ganador en la esfera meramente político-numérica de los comicios municipales franceses ha sido el partido neogaullista RPR, dirigido por el alcalde de París, Jacques Chirac. Los comunistas destacan como los más afectados por el retroceso electoral de la izquierda tras considerar el escrutinio de las dos rondas.

Hombres políticos y analistas de los resultados de los comicios municipales de los dos últimos domingos coinciden al presentar a los electores franceses como los grandes triunfadores del escrutinio. "En la primera vuelta, en resumidas cuentas, lo que hicieron fue preguntar a la mayoría de izquierdas: '¿Cuál es su política?' Y en la segunda ronda interrogaron a la oposición de derechas: '¿Cuál es su proyecto?-. Dos fórmulas diferentes para encontrar el sentido de la doble advertencia de los ciudadanos a su clase política.Electoralmente, las dos vueltas de las municipales han corroborado que la izquierda no es mayoritaria en el país. El último cálculo, conocido ayer, aún no definitivo, concedía a la derecha el 53% de los votos y el 46% a la izquierda, pero en este balance no están incluidos grupos no definidos que pueden favorecer a esta última.

Por un sofisticado método empleado por primera vez en Francia ha podido saberse que de quienes se abstuvieron en la primera ronda, el 60% votó en la segunda por la izquierda y el 40% restante por la derecha..Ese-60% estaba compuesto por ecologistas y votantes de izquierda que, por descontento con la política del Gobierno, no acudieron a las urnas en la primera ocasión.

El gran derrotado

Estas pérdidas han perjudicado más a los comunistas que a los socialistas. El partido comunista (PCF) figura como el perdedor más notorio de la consulta municipal. El modelo de su representación local,. la ciudad de Saint Etienne, pasó a manos de la oposición, lo mismo que otras grandes ciudades en las que la implantación comunista era más o menos legendaria. En la referida ciudad, en la segunda ronda, votó un 67 más que en la primera y, a pesar de ello, el PCF no resistió. Este fenómeno es general en las grandes ciudades.

Los votos perdidos por los comunistas no han ido a parar, necesariamente a los socialistas. Por el contrario, se observa que, en las grandes aglomeraciones, mejor dicho, en las ciudades de más de 30.000 habitantes la derecha gana terreno a los partidos de izquierda. Trece de las diecisiete ciudades francesas más pobladas están en manos de la derecha, empezando por París y Lyon. Por el contrario, donde la izquierda se ha mantenido, o ha progresado, es en los pueblos y ciudades periféricas, en lo que se llama la Francia profunda, menos desarrollada.

Esta matización de la sociología, electoral aportada por los comicios municipales asienta más aún a las dos fuerzas políticas que parecen manifestarse como los polos de atracción más específicos para el electorado francés: el Partido Socialista, por la izquierda, y la Agrupación por la República (RPR), de Chirac, por la derecha. El PCF, afectado ya por el declive que pusieron de manifiesto las presidenciales de 1981 se enfrenta ahora a una si tuación inquietante.