Trias Fargas no pactará nunca con el PSC
El candidato de Convergencia quiere ser. un alcalde que cambie la fisonomía, de Barcelona
El programa municipal de Ramón Trias Fargas, aún no perfilado al detalle, tiene tres grandes ejes: cuentas. claras y públicas, derechos de las personas asegurados y la transformación de Barcelona en una ciudad ejemplo "de la que cualquier ciudadano nacido o no aquí" pueda sentirse orgulloso. Aunque tampoco lo diga públicamente ¡cree que puede obtener por lo menos 16 concejales. Espera ser un alcalde que cambie la fisonomía del municipio, si se cumple el anuncio de uno de sus posibles eslóganes, Barcelona tria Trias.
Pregunta. ¿Con qué filosoflia gobernaría usted Barcelona, casó de resultar elegido?
Respuesta. Es muy clara. Soy una persona que no cree en el socialismo ni en el comunismo. Creo en la iniciativa privada, siempre que se le dé el marco adecuado para que su,desarrollo, porque aquí, en este país, tenemos la costumbre de hacerle la vida imposible a la empresa privada y después decir que no funciona. Naturalmente, cómo que no se la deja funcionar! Si en España salimos de la crisis no será porque, Rusia lo haya hecho mejor. Va a ser por Estados Unidos, donde la gente cree en la empresa privada: y en sus empresarios. Aquí pasa al revés. Al empresario se le desacredita, gane o pierda dinero. En ese clima de desconfianza o inseguridad es imposible que económicamente vayamos adelante. Por lo tanto, no creemos en un estilo socialista de hacerlas cosas, burocratizado y, a nuestro juicio, rigido, anquilosado. Francamente, cada vezmás pasado de moda. Sentada esta premisa, soy un liberal y conservo la inclinación al diálogo y tolerancia. Estoy dispuesto,a escuchar y aceptar ideas mejores que las mías.
P. ¿Qué tipo de Gobierno municipal formaría?
R. Debe quedar muy claro que en estas elecciones conviene el voto inasivo de quienes se identifican con fuerzas pólíticas que no militan en el campo del marxismo. A partir de aquí, cada cual a lo suyo. Nosotros daremos la batalla para triunfar solos, lo cual no quiere decir que no nos tenga que apoyar alguien, pero ya veremos quién; a lo mejor no hace falta. Aún no tenemos previsto ningán pacto, no hemos comunicado con nadie y estamos bastante convencidos de que podemos llegar a ser la primera fuerza en Barcelona, con una diferencia importante sobre las demás. Los socialistas que dan excluidos a priori. En ningún caso se reproducirá el pacto de progreso, ni habrá tampoco un acuerdo directo con el PSC. ¿Qué sentido tendría? ¿Qué imagen le ofrecemos al país si la opción al ternativa se une al socialismo?. No es ni práctico ni democrático". No queremos ofender a nadie, pero nuestra opción es la nuestra. Si somos la alternativa al socialismo, no vamos a ir a las urnas para gobernar con los socialistas.
P. Dada la situación política, la posibilidad de que Convergéncia gane la alcaldía queda en manos de Alianza Popular.
R. Ya veremos. Me parece prematuro arriesgarse en afirmaciones, contactos y estrategias que las elecciones pueden desvirtuar. Si me pregunta por quién me inclinaría yo, ante la necesidad de conseguir la alcaldía, diría que por Esquerra Republicana, partido y personas a las que me siento muy afín, y con las que me gustaría ir incluso si no hiciera falta.
P. Sin embargo, todo parece indicar que el apoyo de Esquerra será insuficiente.
R. Algunos centristas aseguran que van a recuperar parte de su voto. Por lo tanto, n o se puede hablar de Alianza Popular como apoyo obligado; esperemos los resultados. Jordi. Pujol lleva tres años gobernando sin apoyo de nadie. He de decirle que un pacto de gobierno ni siquiera se ha pensado. Se reserva para después de las elecciones. Cuando. lleguemos al río cruzaremos el puente, como reza el dicho castellano.,
P. ¿Entraría en sus planes si llegara al no incorporar a la ácción de Gobierno a quienes le apoyen?
R. No voy a conseguir la, alcaldía a cualquier precio. Como la necesidad de hacerlo aún no existe, 4a fórmula del pacto surgiría en su momento de las eventuales negociaciones. Es un acción tan prematura que no la hemos pensado.
P. ¿Qué le supone ser el candidato útil de toda la derecha?
R. Francamente, no tengo complejos si me dicen que pertenezco a una derecha democrática e influida por una justicia social. Considero cierto que él voto útil es para mí. ¿Por qué tendría que reaccionar. mal si me Votara toda la derecha? Todo lo que sea eléctoral me merecere respeto.
P. ¿Qué signicación política tienen en su opinión estas elecciones locales?
R. Hay que analizarlas en dos nivéles, desde el plano de la política general, y en el. de la política del municipio. Las dos opciones en juego de una manera clara en Cataluña son socialismo y Convergència. Si ganáramos las elecciones en Barcelona no significaría poner en cuestión la gran. victoria socialista de octubre, pero supondría para los socialistas la advertencia de que las cosas no tienen tan buen aspecto como pudiera parecer. Aunque me parece prematuro, e incluso injusto, juzgar a un Gobierno cuando sólo ha cumplido cien días de gestión, creo de todas formas que existen problemas concretos por los que se puede pensar que no siempre van a acertar. El paro sigue, la inflación y el déficit público siguen, la situación de la balanza de pagos es alarmante, hubo ya una devaluación tal como se ha aplicado el tema de. incompatibilidades, en principio correcto, ha dado lugar a quejas; así acciones judiciales contra empresarios, posiblemente correctas en casos concretos,: se están llevando con unos criterios demasiado amplios y vistas globalmente, lo que consiguen es minar la empresa privada. Todo ello debe tener ya su efecto en estas elecciones.
Me parece además que los ciudadanos deberían aplicar una medida de prudencia: ya que se ha dado al partido socialista el poder absoluto en Madrid, no debe dársele el de los ayuntamientos. Como muy bien se ha dicho, el poder corrompe y el poder absoluto Corrompe absolutamente. Por lo tanto, esto aconseja que, mientras se va viendo lo que hace el Gobierno socialista, nos reservemos la posibilidad de no entregarles el poder municipal, que contra lo que cree mucha gente es grande.
P. Si Convergéncia ganara las elecciones municipales tendría en Cataluña lo que usted llama poder absoluto...
R. El poder de Cataluña es relativo, es un poder en ciernes. La Generalitat tiene un gran prestigio, es una aspiración que de momento no ha pasado de un proyecto en formulación. A la hora de la verdad su poder sigue siendo infinitamente pequeño al lado del estatal. Por lo tanto, si queremos equilibrar las cosas y ayudar a un modelo de sociedad no socialista ni comunista, tenemos que votar a Convergència, en las municipales y para la Generalitat, porque pese a eso no habremos restablecido el equilibrio de fuerzas.
P. ¿Considera usted vital para las futuras elecciones autonómicas el resultado de estas municipales?
R. Igual que estimo que una victoria nuestra en Barcelona es un reflejo de precaución frente a los socialistas, es evidente que una derrota de Convergència i Unió no reforzaría el Gobierno de la Generalitat. Tenemos, pues, un gran interés por ganar estas elecciones, más allá del tema municipal.
P. ¿Cómo plantea usted la campaña electoral y su equipo de Gobierno?
R. Tengo un método y unos objetivos definidos. Vamos a procurar que el método sea reposado, no agresivo, poco crítico con los programas y sobre todo con las personas. En definitiva, lo que ha hecho el partido socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, que no ha impuesto el cambio, es, conocido y el público lo juzgará. Eso no supone que si somos agredidos no nos vayamos a defender; pero nuestra intención es dignificar las elecciones manteniendo un tono digamos británico. Como tenemos el derecha y la obligación de ser una alternativa municipal, no me puedo quedar en casa siendo presidente de un partido que me pide que me presente. ¿Qué es lo que busco? Llegar a ser un buen alcalde. Y por ello no entiendo hacer un poco mejor lo que ya hacían otros, no entiendo plantar unos cuántos árboles más que otros, sino conseguir cambiar la fisonomía del Ayuntamiento de Barcelona, de forma tan sustancial que los Gobiernos socialistas del día de mañana tengan que seguir algunas de las líneas establecidas.
Esto se fundamenta parcialmente en un equipo de Gobierno. Tendremos una lista de concejales, la línea política propiamente dicha, en la que pesa mucho el capital humano del partido, de la coalición, sin perjuicio de que pueda figurar algún independiente, barcelonés representativo de fuerzas auténticas económicas o sociales, que aporte votos. Sin embargo, no es bastante. Hay que profundizar más; para las grandes áreas -Economía y Hacienda, Sanidad, Cultura o Enseñanza- quisiera aportar unos equipos con un organigrama y perfil claro. Me gustaría que colaboraran conmigo gentes a las que el cargo no les quede grande, de una gran imaginación, prestigio o capacidad profesional. Profesionales- principalmente al margen del partido, transformados en asesores, unos 30 ó 40, como por ejemplo Eduardo Punset.
Los delegados de servicio los concibo también como profesionales-primeras figuras. Querría que la línea ejecutiva la realizaran funcionarios a la orden de estos delegados de servicios, que se asesorarán a su vez del grupo de personalidades. Representa poner a la ciudad en contacto con personas importantes, con visiones creativas, tener delegados de servicio con gran personalidad y revalorizar la figura del funcionario, que ahora rinde menos de lo que podría por falta de incentivos. Uno de los temas que más me interesa es poner al Ayuntamiento en contacto con la ciencia y la técnica aplicada, lo que puede dar resultados importantes. He de decir que no pienso nombrar nuevos funcionarios, salvo excepciones, ni modificar las plantillas, sino hacer que los funcionarios trabajan a gusto, con mayor racionalidad, que se les vaya capitalizando. He previsto intercambios con ayuntamientos de grandes ciudades, con universidades, mandar gente a Estados Unidos por medio de becas, o traer de allí personas para que formen equipos. En fin, darle a todo ese mundo en el que vive el funcionario, un poco rutinario por falta de comprensión de arriba, una nota de iniciativa, modernidad y creatividad.
P. ¿Cómo conseguiría en la práctica transformar la fisonomía municipal? ¿Cómo afectaría a los servicios del ayuntamiento?
R. Se puede alcanzar a través de dos caminos básicos: prestando unos servicios públicos mucho más económicos, eficientes, necesarios y deseados por la población; y democratizando el municipio, buscando una participación creciente de los ciudadanos. Como, complemento, logrando que la protección del ayuntamiento al ciudadano sea creciente. Por eso, una de nuestras medidas generales es crear un servicio de información económica, -serio e independiente, que pudiera dar al ciudadano conocimiento exacto e inmediato de los gastos municipales; no se trata de una auditoría, sino de tener las cuentas al día, sin reservas de ninguna clase. Otra medida sería recuperar la antigua tradición del Defensor del pueblo de Barcelona, que no pretende sustituir al de Madrid ni al índice de Greuges. Una persona que, con mandato para cuatro años y la ayuda del alcalde, pudiera deshacer las injusticias que se produjeran.
P. Dice usted que mejoraría los servicios públicos. ¿Cómo, sin ,crear más déficit? ¿A qué
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campos daría prioridad? R. Uno de los temas por abordar es la igualdad material entre barrios. Mejorar los peor dotados, aun a costa de la situación de los mejor dispuestos. Es decir, primera cuestión, igualdad de los barceloneses en lo que dependan de la gestión municipal. Otro tema esencial es el de la cultura. Intentaría transformar Barcelona en una ciudad modelo. Haciendo practicable la montaña del Tibidabo, uno de nuestros grandes recursos naturales, se podría instalar un centro semejante al Pompidou o al Kennedy. En el bien entendido que un centro cultural no es un edificio. Debería contar con una organización de intelectuales que programaran actividades, las más atrevidas o iconoclastas, las más libres en todo sentido, sin límites.P. Ha esbozado usted las ideas pero no las medidas concretas.
R. Todo es cuestión de asignar recursos. El cajón de los recursos es uno de los grandes problemas: El Ayuntamiento está endeudado y las cantidades que promete el Gobierno socialista no aparecen. Nos vamos a tener que defender por otro lado; y la manera no puede ser, a mi modo de ver, más que mejorar la gestión fiscal en la recaudación, sin aumentar la presión fiscal ni los impuestos, más bien rebajando algunos, como por ejemplo la tasa de basuras. Debe repartirse de forma más equitativa, hay que corregir abiertamente el hecho de que no se tenga en cuenta la capacidad económica de las personas individualmente consideradas. En una palabra, buscar una cierta redistribución fiscal. Después habrá que seleccionar algunos de los servicios. Barcelona es la ciudad más cafa de España y una de las más caras de Europa. Sin perjuicio de que yo también pediría al Gobierno central que aumentara las dotaciones económicas, creo que donde se puede ahorrar mucho es en la gestión municipal. Estoy seguro de obtener servicios bastante más baratos, aplicando técnicas modernas y reorganizando su funcionamiento. O sea, que si podemos ahorrar algunos centenares de millones de pesetas, por no decir algunos millares, disponemos de una fuente de ingresos sin restarle nada a nadie. Se puede lograr, empezando por la gestión municipal y continuando por la económica, administrativa, hacendística. En Sanidad, desde luego; nos podemos plantear si la asistencia médica tiene que seguir dependiendo de Barcelona o pasar a la Seguridad Social. La mejora de las actuaciones contra la contaminación, el aumento de la calidad y la higiene de la alimentación, serían consecuencia del ahorro logrado con la supresión de ciertos costes y la aplicación de un criterio selectivo en las necesidades de la población. Creo que un alcalde valiente tiene que saber enfrentarse en defensa de las prioridades sociales.
P. ¿Qué selección de servicios establecería?
R. Aunque es algo prematuro contestar, porque el programa municipal aún no ha sido aprobado, creo por ejemplo que conviene estudiar bien todo la planificación y organización. No creemos que el urbanismo, marco de cualquier política municipal, tenga que ser ir poniendo parches. Queremos coger una ciudad definida entre el Besás y el Llobregat, el mar y la montaña, y en ese entorno tomar unas grandes decisiones. Como abrimos al mar. Siempre nos ha costado hacerlo, y ahora que lo habíamos conseguido en parte se habla de proyectos que nos van a volver a separar. Sobre todo poner en juego ese gran recurso que es el Tibidabo. Acondicionar las áreas del Besos y Llobregat y potenciar el ensanche. Sé que es una tesis conocida: no se trata de milagros o de ideas milagrosas, sino de planteamientos generales y voluntad política. Tengo mi proyecto y un programa detallado, con 250 propuestas concretas, que hacen referencia a los distintos distritos y barrios. Quiero un programa general para Barcelona, que tenga una proyección exterior de prestigio y unas normas comunes, sobre todo de equilibrio económico y de igualdad social en lo interior. Hemos pensado en cuarenta proyectos concretos para cada barrio. Es un programa municipal múltiple, como si en Barcelona coexistiesen varias ciudades, lo que en cierta manera así es.
P. ¿Puede citar los proyectos más significativos?
R. De memoria, sólo algunos. Entre los generales, una política para los parados sin subsidio, con un salario social, mejoras de vivienda, enseñanza gratuita para los hijos, transporte en mejores condiciones, formación profesional y aumento de las posibilidades de trabajo. Respecto a la tercera edad, campo que nos preocupa extraordinariamente, una política que contemple también el salario social, transportes, asistencia domiciliaria, residencia, servicios, organización del ocio, su incorporación a las inquietudes de la cultura y a actividades laborales permisibles. En Enseñanza, buscar unas plazas escolares complementarias, en EGB, BUP y Formación Profesional sobre todo. Sanidad ya la he citado antes: potenciar la asistencia primaria, los centros asistenciales jerarquizados, prioridad a la medicina preventiva, incorporación y complementación de la asistencia hospitalaria con la Seguridad Social, mejora en la reducción del déficit.
Queremos destacar el trabajo en el campo de las asociaciones voluntarias, de gran tradición en Cataluña y Barcelona. Queremos potenciarlas, porque es una manera de mejorar la calidad de vida, una salida para el ocio y un foco de formación honesta y sana de la juventud. No creemos que esta ayuda sea a base de prestar directamente los servicios; trataremos de dar dinero a esas instituciones del tipo que sean, que realmente practiquen esas actividades y las llevan con entusiasmo. Ellos son los que deben realizarlas con ayuda del Ayuntamiento y de sus propias fuerzas.
P. ¿Cómo va a aplicar lo que denomina su política de integración de las comunidades?
R. La nación catalana es un cuerpo vivo, que evoluciona con la historia. No se trata de hacer un catalanismo del siglo XII o de 1715. Lo importante es desarrollar entre todos una catalanidad moderna, de la realidad de hoy. Yo soy un nacionalista catalán, pero por otro lado creo que Cataluña la hemos de hacer conjuntamente. He sido inmigrante, comprendo esas realidades, no me asustan. Sin ceder en nada fundamental, creo que debemos incorporar todo lo bueno que tenemos unos y otros para hacer del conjunto una Cataluña actual.
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