Los controles de carretera y los sordos
Nuevamente me dirijo a usted confiando en tener más éxito que las veces anteriores, en que no se publicaron mis cartas por no considerar el tema de interés (?) -según me comunicó usted mismo-, esperando que el último accidente de la desgraciada muerte del niño Juan Domínguez, a resultas del control de la Guardia Civil, dé más fuerza a mis argumentos:Dado el gran número de conductores sordos en España, ¿en qué situación de indefensión quedan ante un posible control en carreteras, sin posibilidad de oír la voz de "alto" o cualquier otra señal acústica? ¿Se considerarán las medidas oportunas para evitar otro posible accidente? (Un sistema de señalización luminosa, especial, de fácil interpretación, debería ser obligatorio.)
La indefensión actual de los sordos en España no acaba aquí: faltas de atención en los medios informativos, sin conseguir la subtitulación de los informativos y avances de TVE, sin encontrar eco en la Prensa para exponer nuestros problemas, nos consideramos, de hecho, ciudadanos de ínfimo orden y totalmente discriminados.
Ni la manifestación nacional que celebramos el pasado 25 de septiembre en las principales capitales españolas con estas y otras urgentes reivindicaciones obtuvo sino un mínimo eco en algunos diarios nacionales, entre los cuales no se encontraba EL PAIS, que demuestra así su nulo interés humano por los más de 100.000 sordos existentes en España.
Como queremos evitar que un día ocurra algo irreparable a los sordos españoles (en otros países, por considerarles seres humanos, no existen problemas) y se nos tenga en cuenta no sólo a la hora de pagar impuestos como en el presente, quiero apelar una vez más a la conciencia de los responsables que pueden solucionar nuestras dificultades. De no ser asi, seguiremos insistiendo o esperando (que no deseando) tengan un hijo sordo..., que entonces seguro que considerarían el tema de interés.
Ya que no oímos, estamos empeñados en que se nos oiga. / Presidente de la Federación Nacional de Sordos de España.
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