Elogio de Les Luthiers
Siento mucho que Les Luthiers no cuenten con una aceptación menos reservona por parte de EL PAIS. EL año pasado recibieron de ese periódico lo que podría considerarse un varapalo. Y este año, aunque entremezclando su crítica con puntualizaciones elogiosas, el comentarista viene a definirlos como fríos, culteranos y desconectados de un público que no acaba de entregárseles porque no puede ni divertirse ni entenderles, como si no fueran capaces de descender de algún lejano Olimpo.Sólo les he visto una vez en esta ocasión. Y mi opinión ha sido muy distinta. La sala vibró y se emborrachó con el humor musical, verbal y gestual de Les Luthiers de principio a fin. Había de todo, estudiantes ilustrados, maduras amas de casa, administrativos evadidos, pasotas suburbanos, jóvenes y mucho menos jóvenes, ejecutivos agresivos y recadistas agredidos, militares y paisanos. Y, por lo que pude ver, todos disfrutaron como locos, cada uno a su manera.
La clave (a mi entender, insisto) estuvo precisamente en el aire limpio y fresco que tanto parece deplorar el crítico de EL PAIS. /
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