Mentís al proyecto de suspensión de la cooperación política con la CEE

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, declaró ayer que España no va a suspender la cooperación política con los países miembros de la Comunidad Económica Europea. En el mismo sentido, la Oficina de Información Diplomática (OID) difundió una nota en la que desmiente "terminantemente" que el Gobierno español siga una política de "silla vacía" respecto a la participación en consultas políticas de la Comunidad con España. Pese al mentís oficial, EL PAIS está en condiciones de asegurar que la información publicada ayer fue ratificada por este periódico en fuentes diplomáticas españolas y comunitarias de absoluta solvencia.

La nota de la OID

La nota de la OID indica que en la próxima reunión ministerial de la CEE no se celebrará entre los Estados miembros una reunión sobre la denominada cooperación política, puesto que no ha sido convocada. En esta situación no se ha planteado, lógicamente, ninguna invitación para que delegados españoles concurran a una reunión como las previstas desde 1982". Añade la OID que las consultas ofrecidas a España "no colman, evidentemente, los deseos españoles de participar en la configuración de una Europa a la que va a pertenecer. En este sentido, queda claro que no cabe sustituir por ellas las aspiraciones españolas en temas concretos".

A pesar de que nadie esté contento con la situación, en medios comunitarios -informa nuestro corresponsal, Andrés Ortega- se acogió con alivio la nota del Gobierno de Madrid a la noticia de que España pensaba terminar su asociación con la cooperación política de los Diez de la CEE (Comunidad Económica Europea), dada la mala marcha de las negociaciones para la adhesión. En esta cooperación política de los Diez, en la que España y Portugal no son más que comensales, en el pleno sentido de la palabra, sería difícil para Madrid practicar la política de la silla vacía. No está llena, pues en el mejor de los casos se trata de un taburete, que a estas alturas es, sin embargo, simbólico.

Se trata de un arma de doble filo. Por una parte, la separación española de este marco podría indicar la firmeza de Madrid para que se aceleren las negociaciones de adhesión a la CEE, pero la República Federal de Alemania, muy especialmente, acogería un gesto así con el ceño fruncido.

Contenidos económicos y geopolíticos

Para Bonn, más que para otras capitales europeas, correspondería separar el contenido económico de la CEE de los aspectos geopolíticos de la adhesión de España, según medios comunitarios. Y la República Federal de Alemania (RFA), que ejerce este semestre la presiden cia de turno de la CEE, otorga una gran importancia a la dimensión política de la Europa comunitaria. En tal caso, se podría estimar que España sólo está, de cara a las negociaciones, intere sada en el dinero comunitario, que, ante las perspectivas de la ampIiación de la Comunidad, es fundamentalmente alemán.

A nivel de ministros de Asuntos Exteriores, los Diez se reunen dos, veces por semestre para esta cociperación política. España y Portugal son invitadas a sumarse a las comidas y una pequeña reunión posterior, en las que el presidente de turno explica lo que han debatido antes los Diez. La RFA quiso integrar más plenamente a España a estas deliberaciones, pero otros países se opusieron. El propio ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, habló en diciembre de que "nos ofrecen un coche de pedales, cuando tenemos carné de conducir".