Prisiones y prisioneros
Las cárceles y los recluidos en ellas llevan en sí problemas visibles, unos ocultos y otros no. Esos problemas, todos, reclaman soluciones; pero esas soluciones, sus problemas, no puede señalarlas cualquiera; es una labor ardua y compleja, en la que no basta tener un título ni la buena voluntad: hay que tener un espíritu abierto al dolor humano; de otro lado, no sería eficaz la visita de altos funcionarios que no tengan una formación penitenciaria adecuada.Debemos señalar algunos datos que indican el estado de las prisiones y la precaria situación en que viven los reclusos.
Las celdas individuales no existen en muchas prisiones; en general, las ocupan tres o cuatro reclusos. Es decir, estos hombres no pueden llevar una vida que les permita realizar alguna preparación, bien para su rehabilitación, bien para poder aspirar a un trabajo remunerador una vez recobrada su libertad.
Señalemos también algunos datos que avalan nuestras afirmaciones sobre el estado de las prisiones. Las celdas individuales, destinadas antes a ciertos reclusos, puede decirse que no existen hoy como tales, es decir, están convertidas en celdas colectivas, albergan a tres o cuatro reclusos, pero en algunos casos las utilizan -y les llaman celdas negras- para ciertos detenidos, y sus condiciones son tales que se han producido suicidios de individuos que fueron forzados a soportar ese régimen, según noticias recibidas de la cárcel de Valencia.
Señalemos estos datos: existen más de quinientos reclusos en la cárcel Modelo que no han sido juzgados hace más de un año. Apelamos cordialmente a las autoridades judiciales y penitenciarias para que pongan remedio a la penosa situación de los establecimientos penitenciarios y presten ayuda a la rehabilitación de los hombres privados de libertad para bien de toda la sociedad.
fue directora genera de Prisiones durante la II República.
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