Bajo el signo de la sorpresa
La sorpresa ha sido, probablemente, el calificativo que se podría aplicar al comportamiento de las reuniones de ayer, donde la mayor parte de los valores más significados experimentaron unas evoluciones positivas, que contrastaban poderosamente con el desánimo de las dos reuniones anteriores. Aunque se preveían movimientos pendulares en los precios de una buena parte de las acciones que se contratan a diario en las Bolsas, no es menos cierto que los técnicos se han visto sorprendidos por la celeridad, y sobre todo por la cuantía en la que se han producido en la mañana de ayer. La única justificación, más o menos lógica, que eran capaces de aportar los especialistas a este rápido cambio de signo en la orientación del mercado era la actuación de algunos de los más importante operadores a corto plazo, quienes, ante la evidencia de que la demandaa iba a continuar mostrándose tibia y no iba a realizar ninguna demostración de fuerza en los momentos actuales, se podían generar plusvalías cursando unas órdenes compradoras, que tampoco resultaban excesivamente abultadas. Así se inició la mañana en el mercado de Madrid, donde Hidrocantábrico, que ayer experimentaba una importante mejora, era jaleado, por poco más de tres o cuatro tomadores sin realizar grandes esfuerzos y conseguía incrementar la cotización en cuatro enteros. A partir de este momento, cambió el panorama general del mercado, y el resto de las eléctricas, aunque con menos brillantez que el citado Hidrocantábrico, se apuntaban algunas mejoras discretas. Lo más importante era que, al cierre, algunos de estos tanteos compradores aún continuaban circulando por las salas de contratación.
En cuanto al grupo bancario, fue, un día más, el que mayores problemas tuvo para generar avances en sus cotizaciones. Del grupo de los siete grandes sólo Bilbao conseguía mejorar tres enteros, gracias a un pequeño saldo comprador de 771 acciones. El resto de sus compañeros repetían linealmente sus precios anteriores, y presentaban una oferta conjunta de unos 53.500 títulos, sin que en ningún caso particular se pudiese hablar ole órdenes de venta de cierta consideración.
También merece algún comentario el comportamiento del Banco Atlántico, que ayer sumó un punto a su cotización, cerrando en Madrid al 199%, con una rebaja en más de la mitad del pequeño resto vendedor de la jornada precedente, y posiblemente algo más entonado como consecuencia de que han empezado a circular los primeros rumores sobre la posibilidad de que proceda a pagar en fecha próxima su dividendo. Sin embargo, los dos grupos estrella de la reunión fueron las constructoras y las químicas. En el primer caso, los especialistas insisten en atribuir una buena parte de las importantes mejoras generadas a la presencia de órdenes compradoras procedentes del extranjero, que han acentuado la atención que venían prestando a estos títulos. Continúa, pues, barajándose la hipótesis de que ante un eventual relanzamiento, o siquiera una pequeña mejora de la situación económica nacional, estas empresas serán las primeras en notarlo, y, por tanto, las primeras en obtener mejoras en sus cuentas de resultados. En cuanto al grupo químico, la subida de 2,5 puntos en Petróleos fue determinante para la evolución genérica del sector, donde los tanteos continúan siendo bastante selectivos y se centran en valores aislados.
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