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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las armas de Caín

Hay ganas de vapulearlo, de darle n buen escarmiento, de arrinconarlo entre toda la pandilla en algún callejón sórdido del alma occidental y cerrarle el pico de una vez por todas. Primero fue el desprecio, luego la envidia, le siguió el rencor y ahora ya es un odio incontrolado. Jorge Edwards, Cabrera Infante... Están buscando pelea. Se han apostado en la barra del bar y no paran de insultarle, de provocarle. Tienen sus pistolas a punto para desenfundar, pero nuestro hombre en La Habana, en México, en París, en Roma, en Barcelona, en EstocoImo... no contesta a ningún provocador, y mucho menos si es un hermano de sangre. Para fabricar anticomunismo no hay que tomar a García Márquez como pretexto, aunque esa es la única manera de que sean masivamente leídos, al menos en EL PAIS, modelo de tribuna democrática. En el fondo, lo que duele de verdad a toda esa flor y nata de la literatura latinoamericana es que Cuba no haya acabado, como Puerto Rico, en el insaciable vientre de EE UU. Pero lo que les saca de quicio es el hecho de que en Cuba el ruso no haya arrinconado a la lengua castellana, ni se haya apoderado de su economía, ni de sus tradiciones y cultura. Por lo menos una cosa está clara: mientras Fidel viva, los yanquis no tienen nada que hacer en Cuba. Ahora, de lo que se trata es de que se vayan de Centroamérica. Que nosotros sepamos, los rusos no han estado nunca allí.García Márquez ha declarado que él escribe para que sus amigos -los lectores- le quieran más. ahora sabe que algunos de sus lectores le leen aviesamente para odiarle más. Sí; el lobo ya viene, el lobo, el lobo, ¡y cuánta verdad!, no viene solo. /

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