Karpov, campeón del mundo de ajedrez, comenzó ganando a sus compañeros de colegio
Anatoli Karpov está escondido en una inaprensible personalidad para el mundo exterior; pero en las relaciones con amigos se produce una curiosa transformación. El ser tímido, indiferente en una escondida soberbia, se modifica en un hombre amable, sonriente, casi dicharachero. En las reuniones sociales, cuando está rodeado de simpatizantes y de admiradores, aparece el hombre comunicativo predispuesto a la conversación, de cordiales maneras.En el mundo estrictamente ajedrecístico las relaciones de Karpov con sus colegas, salvo pocas excepciones, son frías, sujetas apenas a las normas elementales de buena educación. El soviético Tigran Petrosian, ex campeón mundial, es uno de sus severos críticos y no oculta palabras duras sobre la personalidad del campeón mundial, según versiones publicadas en revistas especializadas en occidente.
Anatoli Karpov nació un día de mayo de 1951, en el pueblecillo de Zlatust, en los montes Urales bajo el signo de Géminis. Cuando tenía cinco años aprendió a mover las piezas, guiado por su padre, ingeniero de minas. Fue un precoz, corno la mayoría de los grandes ajedrecistas. Bien pronto su padre fue superado y el pequeño Tolya (diminutivo familiar de Anatoli) comenzó a derrotar a compañeros del colegio de mayor edad. Tenía doce años cuando se le obsequia con el primer libro; era una selección de partidas de Capablanca. El estilo de cristal, de perfección en la sencillez del genial cubano, producen una gran emoción y captan para siempre, al futuro campeón del mundo. Es indudable que el estilo de Karpov es el estilo de Capablanca.
Poco después recibe lecciones del gran Miguel Botwinnyk, campeón mundial durante varios años quien le enseña no sólo secretos del tablero, sino que le educa para controlar los nervios y lograr un completo autodominio. El resto es muy conocido. A los quince años obtiene el título de maestro; a los diecinueve, de gran maestro internacional, y a los veinticuatro se proclama campeón del mundo.
La enemistad entre Karpov y Víctor Korchnoi, ex soviético y actualmernte ciudadano suizo, han llenado innumerables páginas en los relatos de los dos encuentros, de 1978 y de 1981, que ambos sostuvieron en la guerra por la corona. Karpov supo superar zancadillas psicológicas, insultos y guerra de nervios presentada por Korchnií, y le abatió sin misericordia en 1981, después de una recia y larga batalla en 1978.
Anatoli Karpov está casado desde hace tres años con Irina, una amable y hermosa muchacha; tienen un hijo y viven en Moscú. El campeón posee una licenciatura en Economía, lograda con una tesis sobre la utilización práctica del tiempo libre. Es miembro del comité central de las Juventudes Comunistas y su hobby es la filatelia.
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