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Bush y el canciller de la RFA expresan en Bonn su preferencia por la 'opción cero', pero admiten otras ofertas sobre desarme

El vicepresidente norteamericano, George Bush, que inició en Bonn su gira por varios países europeos, y el canciller de la República Federal de Alemania, el democristiano Helmut Kohl, reafirmaron ayer el deseo de conseguir una opción cero en las conversaciones de desarme de Ginebra, pero dejaron abierta la posibilidad de aceptar otro resultado.

En la declaración ante la Prensa, en la Cancillería federal de Bonn, Kohl no mencionó expresamente la opción cero, pero dijo que el objetivo de las negociaciones de Ginebra es "la renuncia completa, tanto de Estados Unidos como de la Unión Soviética, a disponer de cohetes nucleares de alcance medio estacionados en tierra".Luego, Kohl añadió: "Luchamos conjuntamente para conseguir una brecha en esta cuestión decisiva del desarme y lograr un amplio acuerdo que tenga en cuenta los principios de igualdad y paridad, y con ello, los intereses de todos los participantes". Con estas palabras, Kohl deja entrever que el Gobierno de la RFA aceptaría una solución intermedia.

Posiciones confusas

En el continuo tira y afloja y la confusión de posiciones del Gobierno de Bonn sobre el tema del desarme parece entreverse la intención de dejar abiertas todas las posibilidades para no perder la cara después de aferrarse a la opción cero como única alternativa.

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Bush mencionó expresamente la opción cero, y dijo que sería el resultado más deseable la desaparición de toda una generación de nuevas armas. Pero las palabras del vicepresidente norteamericano sonaron a planteamiento idealista, como una especie de sueño con escasas posibilidades de realización.

Kohl sacó de nuevo a relucir, ante la Prensa y en el banquete en honor de Bush, la idea de que sería conveniente un encuentro entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el secretario general del Partido Comunista soviético, Yuri Andropov.

El problema para Bush y la Administración norteamericana es que no parece clara qué postura beneficiará a los democristianos en las elecciones del 6 de marzo. Es evidente que Washington está interesado en el triunfo de Kohl, solo o con la actual coalición con los, liberales de Hans Dietrich Genscher. Si EE UU cediese algo en Ginebra antes del 6 de marzo podría capitalizarlo el candidato socialdemócrata Hans Jochen Vogel, que siempre se mantuvo favorable a una negociación realista y en contra de la opción cero. Si Kohl y Estados Unidos mantienen las posiciones de dureza, el electorado podría reaccionar con un vote antimisiles que favorecería a Vogel y a los verdes.

El resultado es un lenguaje confuso y nebuloso para dejar todas las puertas abiertas y no pillarse los dedos ante un electorado cada vez menos previsible.

Medidas de seguridad

La visita de Bush estuvo acompañada de fuertes medidas de seguridad y un ridículo forcejeo protocolario por las exigencias norteamericanas de instalar un podio en la Cancillería de Bonn, desde donde Bush pensaba hablar a la Prensa. Hubo podio y además los funcionarios del protocolo tuvieron fuertes quebraderos de cabeza para encontrar un paño azul oscuro. Los expertos de televisión exigían un paño de ese color para hacer juego con el traje del vicepresidente. Ayer, Bush salió para Berlín Oeste y después continuará su gira por La Haya, Bruselas, Ginebra, París, Roma y Londres.

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