Medidas de celo de los inspectores de Hacienda por los nuevos horarios

Inspectores y subinspectores de Hacienda han recibido con indisimulado malestar las nuevas directrices sobre horarios y jornada de trabajo, que a su juicio desconocen la responsabilidad y especificidad de la labor que desarrollan estos funcionarios y entorpecen los objetivos del Gobierno de lograr una mayor recaudación en base a la erradicación de bolsas de fraude fiscal.Las dos grandes asociaciones profesionales de inspectores Financieros y Tributarios, en respuesta a estas medidas, han elaborado un comunicado conjunto en el que, tras afirmar la conveniencia de que se cumplan las nuevas normas, se denuncia "la evidente contradicción" entre éstas y el cumplimiento de los actuales planes de inspección, y se pide a los asociados que observen todos los requisitos legales previos a la realización de inspecciones y comprobaciones. Este último punto, según varios inspectores, equivale a una huelga de celo que podría paralizar casi totalmente la inspección.

Los subinspectores, por su parte, han presentado instancias individuales en distintas provincias en las que solicitan se les retire de forma inmediata la percepción del complemento de dedicación exclusiva, que nunca solicitaron, si el disfrute de dicho complemento "debe ir ligado al cumplimiento de un horario superior al normal".

Inspectores y subinspectores, que en conjunto suponen un colectivo de unos 3.000 funcionarios, rehuyen generalizar sus críticas a la política de cumplimiento de horarios en la Administración ("estamos de acuerdo en el fondo, pero no en la forma", comentan los más progresistas); pero no renuncian a plantear sus agravios y a presionar para que se atiendan sus reivindicaciones.

Hasta ahora tenían una jornada teórica de 8.30 a 14.30, "pero un inspector frecuentemente se ve obligado a realizar un control de pagos o una inspección en cualquier momento del día, incluso de madrugada". Según las nuevas directrices, el horario a cumplir es de 8.00 a 15.00 horas, en jornada de mañana y dos horas más por la tarde, además de una jornada de siete horas un sábado de cada tres. Esto supone una jornada semanal, según afirman, de 47.25 horas a la semana. "¿Qué trabajador tiene en nuestro país una jornada tan prolongada? Es superior a todo lo reglamentado, incluido el Estatuto de los Trabajadores", arguye un militante socialista afectado. Otros, por su parte, afirman que el ir por la tarde es perder el tiempo, dada la obligación de firmar al comenzar o finalizar la jornada. "En un lapsus de dos horas, teniendo que pasar dos veces por las oficinas, no da tiempo a desplazarse a una empresa para hacer una inspección medianamente rigurosa".

Otras fuentes comentan la "irónica coincidencia de que, cuando se decide reforzar la jornada de la Inspección de Hacienda, y se habla de una lucha decidida contra las bolsas de fraude fiscal, numerosos subinspectores se encuentran forzosamente de brazos cruzados por falta de actas (impresos B-01) que desde hace más de un mes no les han sido suministrados por la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre. Es la primera vez que ocurre esto en Hacienda. Y a los inspectores les va a ocurrir lo mismo en los próximos días, ya que quedan muy pocas actas (A-01) para realizar su labor".

Funcionarios de provincias hablan de presiones ejercidas por los gobernadores civiles para que se cumplan los horarios. Inspectores y subinspectores están pendientes de que se les autorice una asamblea para tomar decisiones más firmes.