Interinos y contratados
En el ejemplar del martes 21 aparece un suelto sobre los interinos y contratados de la Administración, en el que dice que el Gobierno, por iniciativa de UGT, parece decidido a analizar la situación, organismo por organismo, teniendo en cuenta la antigüedad de los contratados e interinos, el modo de acceso de los mismos (con convocatoria o sin ella) y la existencia de necesidad objetiva de la Administración en la fecha de su incorporación.Como secretario de una asociación afectada por el tema, debo dejar constancia de lo siguiente:
Primero. Los funcionarios interinos y contratados han sido la mano barata de la Administración desde tiempo inmemoral; deficientemente pagados y con la inseguridad constante del empleo.
Segundo. Que es necesidad de justicia la solución del problema de este colectivo de manera urgente. Solución que ha sido prometida por el anterior partido en el Gobierno y no cumplida y por la promesa electoral del partido actual en el Gobierno.
Tercero. Que podemos estar de acuerdo con la iniciativa de UGT, ya que una selección subjetiva, como propone, no da ninguna garantía objetiva a estos servidores de la Administración.
Aplaudimos en este caso la postura de Comisiones Obreras sobre la integración del personal contratado e interino que lleve en la Administración un tiempo superior a un año, ya que entendemos que, al margen de la forma de contratación que hayan tenido, lo cierto es que han hecho y están haciendo un servicio eficaz en la Administración. Entendemos, además, que UGT como central sindical debe estar al servicio de todos los trabajadores y no tomar posturas que se puedan interpretar como favorecedoras exclusivamente de sus afiliados.
Cuarto. Hacemos un llamamiento desde aquí al Ministerio de Administración Pública para que en las negociaciones previstas para el mes de enero dé audiencia a las asociaciones de personal interino y contratados registradas en el departamento especial existente al efecto, que son, en definitiva, las verdaderas afectadas.
Quinto. Queremos aprovechar esta oportunidad para denunciar lo que incomprensiblemente puede parecer contraposición de intereses entre funcionarios de carrera y de empleo, motivada, tal vez, porque aquéllos, defensores del privilegio de la oposición, que ven con recelo a los que fueron contratados sin este sistema, olvidándose en sus planteamientos de las muchas irregularidades que se pueden dar, y pensamos que a veces se han dado, en el sistema de oposiciones.
Creemos sinceramente que la legitimidad en el ejercicio de la función no estriba en el modo de ingreso, sino en la realización diaria de ella, por lo que está más legitimado aquel funcionario de empleo que de manera constante cumple su trabajo, que aquel de carrera que después de haber obtenido brillantemente una plaza considera cumplidas sus obligaciones para con la Administración. /
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