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Los comités olímpicos rechazan las exigencias de Los Angeles

ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, expresó ayer a los delegados de los distintos comités nacionales, momentos antes de terminar su asamblea general, su confianza en la solución de todos los problemas planteados cara a los Juegos de Los Angeles-84. Sin embargo, el optimismo habitual del máximo dirigente olímpico contrastó, una vez más, con la unanimidad de los CON momentos antes, al rechazar de plano todas las exigencias económicas presentadas por el comité organizador (LAOOC). Los enfrentamientos prometen ser duros hoy, en presencia de la comisión ejecutiva del COI, entre los comités olímpicos nacionales (CON) y el LAOOC, y podría producirse un nuevo tipo de boicoteo: el económico. Mientras tanto, el Comité Olímpico de Estados Unidos, en una decisión contraria a la Federación Internacional de Atletismo, IAAF, y que crea un grave conflicto, acordó readmitir al recordman mundial Reinaldo Nehemiah para competir en pruebas nacionales.

La propuesta principal de la asamblea de la Asociación de los Comités Olímpicos Nacionales (ACNO) para la reunión de hoy con el COI y el LAOOC fue rotunda en cuatro puntos: no son aceptables los 45 dólares pedidos para el alojamiento por atleta y día, el pago de veinte días obligatorio, ni el que se haga adelantado, pues los países no saben hasta última hora los atletas con los que van a contar y no pueden sacar las divisas con tanto tiempo. Finalmente, también se acordó que ni siquiera era aceptable el seguro de cien dólares que el LAOOC devolvería en septiembre de 1984.

La ACNO debatió durante gran parte de la tarde: el tema de la admisión de atletas en los Juegos Olímpicos. Se repitió lo acordado en Baden Baden que deberá confirmar el COI: no podrán ser olímpicos los profesionales, los que hagan publicidad y los que no cumplan el fair play. El dinero lo deben recibir las federaciones, que ayudarán después al atleta, pero nunca cobrarlo él directamente. Una vez más se produjo el enfrentamiento Este-Oeste, con intervenciones bien distintas de la RDA y la URSS, por un lado, y Estados Unidos, por otro. Los primeros hablaron de que se está pagando a atletas y que es intolerable. Naturalmente no se refirieron a que en sus países los atletas tienen profesiones variadas, pero no las ejercen porque el deporte les ocupa todo el tiempo y, en resumidas cuentas, es el que les da para vivir.

El Comité Olímpico de Estados Unidos defendió la decisión que quizá no se conocía en la sala y que acababa de tomar: un atleta puede ser profesional en un deporte y aficionado en otro. Por ello había readmitido (debutará el viernes 28 en una reunión de pista cubierta en el Madison Square Garden de NuevaYork) al recordman mundial de 110 metros vallas Reínaldo Nehemiah. Aunque sólo haya sido para competiciones nacionales, el cisma y el precedente está creado. Primo Nebíolo, presidente de la IAAF, tan feliz por sus contratos y los próximos Mundiales de Helsinki, se revolvió otra vez en su silla. El deporte actual no es ya como a finales del siglo pasado, "pero tampoco entonces existían los países socialistas", dijo con ironía el delegado norteamericano. "Es preferible hacerlo todo encima de la mesa", añadió, y elogió al COI por la decisión de devolver las medallas a Jim Thorpe.

Política inevitable

Tal vez lo único positivo de la jornada de ayer en Los Angeles lo consiguieron los delegados de Corea del Sur, al firmar un convenio de ayuda con Estados Unidos para sus juegos de 1988. La letra pequeña del acuerdo es ésa, aunque quede enmascarada por un supuesto intercambio de entrenadores y atletas.

El congreso se volvió a divertir en dos espectáculos típicamente americanos. Ocho autobuses trasladaron a unas trescientas personas a Beverly Hills. Allí, hubo dos exhibiciones de gimnasia rítmica y natación sincronizada, dos de las nuevas modalidades que debutarán en Los Angeles dentro del programa olímpico. En esta gimnasia estilo ballet, con sus cuatro variantes de pelota, mazas, aro y cintas, participaron los equipos de Cuba y Estados Unidos, ambos de discreto nivel internacional.

'This is America'

Yuri Titov, presidente de la Federación Internacional de Gimnasia, ha venido a Los Angeles y todo está igual. Pero en la noche de diversión sonrió como todos los miembros de la delegación soviética. Y especialmente cuando finalizó la exhibición gimnástica y el suelo de parqué, de casi dos metros de grosor del pabellón de la Beverly Hills High School comenzó a abrirse hacia los lados dejando al descubierto la piscina, mientras por los altavoces sonaba la música de la guerra de las galaxias. "This is America", le faltó de cir a John Naber, locutor de hono de la noche. Naber es una de las glorias del deporte norteamericano y de las grandes figuras de la natación mundial. La exhibición de natación sincronizada sí reunió a la élite mundial, con los equipo de Canadá y Estados Unidos.

Romá Cuyás, que continúa sin estridencias su estreno en reunio nes olímpicas y ayer visitó las instalaciones tras muchas gestiones con la organización por haber llegado tarde, también sonreía en la cena junto a Enric Truñó, no era para menos después de recibir una buena impresión del reparto del proyecto Barcelona-92. Pocas mesas más allá, cerca de Mario Moreno, Cantinflas, al fin mostraba su contento el jefe de la delegación soviética, Victor Andree Mich Ivonin, mientras presenciaba la actuación de un conjunto de músi ca country y lucía el inevitable sombrero texano. El presidente del comité para la cultura fisica y el deporte, dependiente del consejo de ministros de la URSS y vicepresidente del comité olímpico brindaba continuamente, pero con whisky. El vodka, dijo, mejor en Moscú.

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